Poco importa el resultado. Que por cierto, fue bastante rotundo. Lo histórico: el Rayo Vallecano debutó en partido oficial con su segunda equipación, que sustituye su habitual franja roja por una arcoíris para luchar contra la homofobia en el deporte.
Además, tal y como publicamos en el mes de julio cuando fueron presentadas en sociedad, la tercera camiseta también tiene reivindicación especial, contra el cáncer de mama.
En lo futbolístico, el equipo entrenado por Paco Jémez sucumbió por tres goles a cero frente al Celta de Vigo en un encuentro sin mucha historia pero, paradójicamente, con este hito destacable. La visibilidad mediática que tiene un mundo como el del deporte rey no es comparable a cualquier acción que desde los colectivos LGTB se pueda hacer a pie de calle. Por ello, costará unos días que se nos quite esa sonrisa orgullosa. Enhorabuena a la familia vallecana.