Hay que ser caradura. Kody Brown y sus 4 mujeres (Meri, Janelle, Christine y Robyn) son un grupo de polígamos mormones que pretenden que se les reconozca como familia. Tienen 17 hijos, y aprovechando la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre la legalización del matrimonio gay, pretenden subirse al carro. Da igual que sean homófobos.
La relación de los Brown se hizo famosa en 2010 cuando fueron seleccionados para protagonizar el reality Sister Wifes. Son miembros de la Sede Apostólica Hermanos Unidos, fundamentalistas polígamos. Kody solo está casado con Meri pero es insaciable, y quiere que se reconozca jurídicamente a todo su harén. La bigamia solo está definida como cohabitación según las leyes de Utah, pero no especifica sobre la legalidad de este tipo de uniones a la hora de que puedan ser un matrimonio.
No obstante, los Brown ya ganaron un caso en 2013 bajo el amparo de esta ley, que les permite vivir juntos bajo el mismo techo. Sus abogados explican que la Corte Suprema de Estados Unidos ha aceptado que los Brown continúen con su estilo de vida. “Los Brown fueron investigados y no hay delitos o daños encontrados en su familia plural”, explica el letrado Jonathan Turley.
Y añade: “Desde el rechazo de la legislación de moralidad (leyes de sodomía) pasando por la expansión de las protecciones de los intereses de la libertad (el caso del matrimonio entre personas del mismo sexo) es evidente que los Estados Unidos ya no pueden utilizar los códigos penales para obligar o castigar a los que eligen vivir en uniones consensuales pero impopulares”. Resulta paradójico tomar como ejemplo algo que repudian, ¿no?
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