“Cuando @oficialpacoleon me juró que nunca hablaría mal de mí, ni de mi gente, yo la creí. Pues así todo. Qué pena Eva, ¿cómo has llegado a esto?”. Nos gusta más un chismorreo que un descuido, así que allá que fuimos.
Paco León mostraba su enfado en Twitter con la presidenta de su club de fans, y en pocas horas la trifulca ya era trending topic. Broma, elemento de marketing para promocionar su próxima película Kiki o drama mayúsculo. Entre apoyo al actor/director y petición de reconciliación, los tuits se seguían sucediendo.
La cuenta, de 37.000 seguidores, quedaba bloqueada, presumiblemente, por el propio Paco. Con un “trago saliva y me pongo a lo mío, que tengo una peli que dirigir” todo parecía llegar a su fin, pero nada más lejos de la realidad.
Eva, la presidenta cesada, le recriminaba el desprecio hacia a ella cuando observó que le habían despojado de lo que más quería: su contraseña. Y añadía: “Jamás he hablado de su familia, él sabe lo que pasa, le he dado mi vida entera al Sr @pacoleonbarrios. Es una queja la cuál Paco ha metido a su familia, no yo… Y dejadme en paz, nosotros nos hemos querido muchísimo los dos. Lo mío es con él y a nadie le importa”. Solo queremos saber qué ha pasado, o no vamos a poder dormir.