Este estudio publicado en el Journal of Homosexuality concluye que las religiones son el factor más determinante a la hora de configurar una sociedad más o menos tolerante a la homosexualidad. La religión y las creencias afectan en nuestra forma de ver la vida, esto dependerá del peso que se le dé a una religión dentro de una sociedad. De este modo, el estudio revela que los países donde la religión tiene mayor influencia se dan sociedades más hostiles a las personas homosexuales, salvo en el caso de los budistas.
Todas las religiones analizadas mostraron profundos planteamientos homófobos, que apelan a sus fieles a perseguir y rechazar la homosexualidad como si de un pecado se tratara. En la vertiente más extrema, encontramos el fundamentalismo religioso, donde apreciamos violaciones de los derechos humanos y ataques reforzados positivamente con el sesgo anti-homosexual, que dan lugares a persecuciones, penas de cárcel, castigos corporales y pena de muerte.
Pese a que hemos comenzado a ver fieles de algunas religiones que bendicen los matrimonios entre personas del mismo sexo y apoyan los derechos LGBT, no debemos olvidar que la corriente principal en todas estas religiones se sigue postulando por el rechazo a la homosexualidad.
“La enorme diferencia entre distintos países con la misma religión nos lleva a una pregunta fundamental: ¿Cómo se pueden explicar los diferentes grados de homonegatividad en países con misma religión? Este artículo adopta una perspectiva específica, centrándonos en el impacto de la religión en la sociedad de ese país, en la edad y cómo se inserta esta religión en la educación”, afirman los investigadores Sebastián Jackle y George Wenzelberger, autores de este estudio.
El estudio analizó 79 países y evaluó su homonegatividad teniendo en cuenta la religión mayoritaria del país, su importancia y peso en la sociedad. Asimismo se tuvieron en cuenta criterios como el nivel socioeconómico del país, el tipo de gobierno, el sistema educativo, la homonegatividad en las zonas urbanas y en las zonas rurales, todo en relación con la influencia que tenía la religión sobre estas áreas.
Encontraron que las personas más religiosas, aquellas que sentían a Dios como una de las cosas más importantes de su vida, eran las que más rechazaban a los homosexuales. También que todas las religiones del planeta, salvo una, eran claramente homófobas, y entre ellas la que más es el Islamismo.
Sirvan como ejemplos los asesinatos a personas homosexuales ejecutados por el Estado Islámico.
La religión budista fue la única que no mostró tintes homófobos dentro de sus creencias, defendiendo que cualquier tipo de vida y forma de expresarse deben ser respetadas, incluyendo la homosexualidad.
“Los resultados indican que existen diferentes niveles de homonegatividad entre las distintas religiones del mundo. Entre ellas, los musulmanes y el Islam constituyen el nivel más alto de homonegatividad en la escala, mientras que los budistas y ateos definen el otro extremo, el más tolerante”, afirman los autores del estudio.
“En cuanto a la religiosidad, nos encontramos con que las personas religiosas son, en general, más homonegativas que las personas no creyentes. Sin embargo, este efecto está condicionado por la afiliación religiosa. Más concretamente, la religiosidad de un musulmán afecta a sus actitudes hacia los homosexuales más negativamente de lo que lo haría la religiosidad de un budista”. Por tanto, podríamos decir que el primer factor es el tipo de religión de una sociedad, y el segundo el nivel de religiosidad de su población.
El estudio parece ser muy amplio y riguroso, y se ha realizado en estos últimos años con un muestreo que garantiza la fiabilidad del mismo.
Estos resultados han sido comparados con otro estudio similar de 2015 que fue realizado por el Public Religion Research Institute. En esta investigación se analizaron 40.000 entrevistas de personas en los EE UU que pertenecían a todo tipo de creencias religiosas, y se encontró que, cuando se trata de matrimonios del mismo sexo, los principales grupos religiosos que muestran más apoyo son los budistas.