Cuando alguien piensa en las Maldivas, lo primero que le viene a la cabeza son esas cabañas flotando sobre aguas cristalinas, un paraíso terrenal en el que disfrutar de unas merecidas vacaciones. Lo que ocurre, desgraciadamente, es que si eres gay y lo descubren, ese paraíso puede acabar convirtiéndose en la peor de tus pesadillas.
Esto es lo que les ha ocurrido a dos hombres de 56 y 27 años, que fueron arrestados el pasado 29 de agosto en su casa en la isla de Dhaandhoo, después de ser descubiertos por sus vecinos practicando sexo entre ellos, según informó el Servicio de Policía de las Maldivas.
El país, un archipiélago constituido por unas 1200 islas al sudoeste de Sri Lanka y a 450 km de la India, es uno de los destinos favoritos de muchos turistas en el mundo. Pero lo que quizá muchos desconozcan es que su religión principal es el Islam, y como tal, la homosexualidad está fuertemente penada y perseguida.
Las prácticas homosexuales son un delito en el país, y se castigan hasta con la pena capital en algunos casos; unas leyes que deberías conocer si tienes pensado viajar al país. Los detenidos pueden ser ejecutados siempre que sean juzgados bajo la ley Sharia, la más extrema, aquella utilizada por el ISIS y que castiga a los condenados a ser lanzados al vacío desde un edificio alto.
Las sanciones más leves son multas, penas de cárcel de hasta 6 años, castigos corporales como azotes, el arresto domiciliario o la repatriación en el mejor de los casos.
“Este caso es un hecho preocupante, ya que la policía local no había intervenido en el ámbito privado hasta ahora, castigando solo las conductas que se hacían en público”, subraya un portavoz de la organización LGTB Guerreros del Arcoíris. “Tampoco se había detenido nunca a nadie de la comunidad turística, se suele cuidar mucho el turismo porque es una de las fuentes principales de ingresos del país. Sin embargo, esto podría marcar un precedente de acoso LGTBfóbico que busque persuadir al colectivo LGTB de visitar sus islas”.
Los últimos arrestos por actividad homosexual se registraron en 2013, cuando dos hombres fueron capturados por la policía cuando mantenían relaciones sexuales en público en una playa de Vilimale.
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