¿Qué pasa en el fútbol con los dedos en el culo?

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Queda claro que el fútbol es un deporte de contacto. Tampoco deja lugar a dudas que, aunque solo sea por estadística, algún rey tendrá que haber en nuestro deporte gay. Perdón, al revés. No obstante, este no es el cásico artículo donde nos preguntamos por qué ningún futbolista en España da el paso y sale del armario para romper más de un tabú existente. Esto es mucho más profundo. Y oscuro, claro.

Y es que, merece la pena percatarse de una nueva técnica que provoca al rival una sensación desestabilizadora. Placer, tal vez. En fuera de juego sí pilla a más de uno. Hablamos de un pronunciado tacto rectal sin que te vea el árbitro. Las consecuencias pueden ser fatídicas.

Y si no, que se lo digan al uruguayo Edinson Cavani: un dedo caprichoso provocó en él una reacción que le supuso la tarjeta roja durante la pasa edición de la Copa América. Su compañero de fechoría, el chileno Jara, se llevaba a casa el doble premio del que toca y, además, se beneficia (acabó ganando Chile).

Ahora, a la pareja le ha salido competencia. Esta vez en Argentina, Emiliano Amor (Vélez) solo intentaba dar un poco de cariño a Junior Benítez (Lanús). No hubo reacción desairada. Para ver si se siguen prodigando han de seguir conociéndose.

Entonces, ¿qué ocurre en el mundo del fútbol con los tocamientos a zonas prohibidas? El roce es bastante habitual en celebraciones de goles o lances del juego como, por ejemplo, aguantar la compostura en la barrera. Más de uno empieza a pasarse de raya… Ya saben cuál.

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