Cuando el techno provoca momentos únicos

Temas: Festival, Música

Son las 7 de la tarde del 17 de septiembre del 2015. Hay 500 personas en un hangar del Nautic Center de Barcelona. Saltan las alarmas, pero no hay ladrones en la costa. Como mucho, cinco desvergonzados dispuestos a coger prestado el ritmo de los presentes durante unas horas a base de techno. Henry Saiz, Psyk, Uner, Coyu y Paco Osuna habían decidido que aquella no iba a ser una noche cualquiera. Stay True Spain de Boiler Room pretendía repartir una experiencia inolvidable y Ballantine’s estaba allí para que la sed no se desencadenara.

¿Qué regalan? La pregunta más socorrida cada vez que vemos una kilométrica cola en un lugar insospechado. El sistema no es novedad, solo unos privilegiados podrían disfrutar de lo que miles de personas anhelan alrededor del mundo. Como consuelo, disfrutar de un streaming que a través de las plataformas oficiales reunió a más de 300.000 personas. Gorras, vestiduras rasgadas, tatuajes y piercings son de la partida. Bienvenidos a la escena underground de la Barcelona más cultu-diversa.

Usar el término “sin precedentes” suena a osadía en muchos casos. Si hablamos de fiesta electrónica en España, tal vez resulte hasta humilde esta vez. Lo más granado del techno español retumbaba en unos pocos metros cuadrados. Sus altavoces Funktion-One también pusieron granos de arena para ello. Así, el nuevo sintetizador Korg Arp Odyssey de Henry Saiz, el Time Foundation de Psyk, la flauta travesara de Uner, la gatuna originalidad de Coyu y la reinvención adictiva de Paco Osuna penetrarían para siempre en el paladar. Exquisito. 

Son casi las 12 de la noche del 17 septiembre de 2015. Se puede observar cómo más de uno se pellizca para comprobar si es necesario despertarse del sueño. No hacía falta. Quedó claro que si Boiler Room y Ballantine’s entrelazan sus manos, todo es posible. Ahora, la fiesta viaja en busca de nuevos horizontes. ¿Volverá? Más de uno ya ha montado el campamento por si acaso.

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