SHANGAY ⇒ Entre tus colaboraciones con distintos artistas, singles en solitario y tu álbum ya acumulas 6 números 1 en el Reino Unido, y da la sensación de que estás en todas partes. ¿No vives estresada ahora mismo?
JESS GLYNNE ⇒ Es todo una locura, pero muy emocionante. Es cierto que algunos días me supera todo, pero hago lo posible por disfrutar cada minuto, es lo suyo.
SHANGAY ⇒ ¿A qué atribuyes el boom que estás viviendo? ¿A tus canciones, a tu voz, a tu carisma?
JESS GLYNNE ⇒ Quiero pensar que es todo gracias a mi música, a la honestidad con que la creo. Porque me parece que todavía no soy tan reconocible físicamente para mucha gente. Es bonito que la gente te reconozca, a todos nos gusta saber cómo son los artistas que crean la música que amamos, pero me gusta no haber llegado a ese extremo en el que te asusta comprobar que absolutamente todo el mundo sabe quién eres.
SHANGAY ⇒ Tu vocación nace de escuchar de pequeña continuamente a una de las grandes, Whitney Houston, ¿verdad?
JESS GLYNNE ⇒ A Whitney, a Mariah [Carey] y a Aretha [Franklin]. Las grandes voces femeninas me inspiran desde jovencita. Siempre he soñado con llegar a cantar como ellas. Y cuando las escuchaba de pequeña soñaba con convertirme en una estrella pop.
SHANGAY ⇒ ¿Por eso decidiste presentarte a los castings de X Factor?
JESS GLYNNE ⇒ Eso no es cierto. A raíz de un malentendido en una entrevista se empezó a decir, y aprovecho cada oportunidad que tengo para desmentirlo. Nunca he intentado participar en ese programa.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo diste tus primeros pasos en la música?
JESS GLYNNE ⇒ En una oficina de management. Ahí descubrí que yo no quería ser manager de nadie, lo que quería era ser la artista. Tenía 20 años cuando lo tuve clarísimo. Aprendí cómo no quería que se desarrollara mi carrera, a raíz de todo lo que vi, así que decidí ir a por todas e intentar conseguir las cosas tal y como quería.
SHANGAY ⇒ ¿Sientes que a las artistas femeninas noveles como tú os cuesta más esfuerzo convencer al público que a los masculinos?
JESS GLYNNE ⇒ Sin duda. En una sociedad tan dominada por el hombre como esta, cuesta que se nos tome tan en serio como a muchos hombres, y no entiendo por qué nos obligan a esforzarnos mucho más para triunfar. Sobre todo si tenemos en cuenta las artistas tan inmensas que hay en el panorama musical: Madonna, Beyoncé, Katy Perry… Ellas son ejemplos de que con buena música y actitud se puede lograr el éxito.
«NO SOY MANDONA. ME GUSTA CONTROLARLO TODO: SÉ LO QUE QUIERO Y CÓMO CONSEGUIRLO»
SHANGAY ⇒ ¿Eres muy mandona?
JESS GLYNNE ⇒ Mandona, no. Me gusta controlarlo todo: sé lo que quiero y cómo conseguirlo [risas]. Pongo todo mi esfuerzo y mi tiempo para que los objetivos se hagan realidad. Aunque la gente empezó a conocerme hace año y medio, llevo ya casi seis años trabajando muy duro. Ojalá hubiese sido de un día para otro, pero eso no suele pasar, ¿verdad?
SHANGAY ⇒ ¿Has sido consciente durante todo este tiempo del potencial de tu voz, tan característica?
JESS GLYNNE ⇒ Quizá no tanto como hubiese debido. Por eso desde que me tuve que operar de pólipos en junio he empezado a cuidarme la voz muchísimo más, no quiero volver a pasar por algo parecido. No sabes lo que fue, tras un año de maratón promocional las cuerdas vocales estaban muy resentidas, empecé a tener hemorragias y todo.
SHANGAY ⇒ ¿Pasaste miedo?
JESS GLYNNE ⇒ Muchísimo. Me pilló a escasas semanas de lanzar mi primer álbum, imagínate. Me aterrorizaba la posibilidad de no recuperar la voz.
SHANGAY ⇒¿Tienes algún otro miedo que seas capaz de confesar?
JESS GLYNNE ⇒ La verdad es que no. Puedo sentir nervios ocasionalmente, pero miedo, no.
SHANGAY ⇒ Tu primer álbum suena a recopilación de grandes éxitos, que en parte lo es. ¿Cómo lo has logrado?
JESS GLYNNE ⇒ Trabajando con gente increíble y componiendo y cantando las canciones que a mí me gustaría escuchar. Cuando lo terminé y lo escuché del tirón me sentí muy feliz: era justo el disco que quería hacer. Creo que los temas encajan entre sí y me encanta el mensaje que transmite ese todo. Es un álbum lleno de esperanza, y eso que lo empecé a componer cuando me acaban de romper el corazón y me encontraba en un momento muy bajo de moral. Pero no quería hacer un disco triste donde contara mis penas, porque siempre he sido una persona muy positiva. Procuro buscar siempre luz, incluso en los momentos más oscuros.
SHANGAY ⇒ Fue una mujer la que te rompió el corazón, según has contado con absoluta naturalidad.
JESS GLYNNE ⇒ Quiero poner todas las carta sobre la mesa con este disco. Y lo último que haría es mentir. Si mi última relación ha sido con una mujer, ¿para qué iba a decir que fue con un hombre? De mis discos favoritos, de Back To Black de Amy Winehouse a The Miseducation Of Lauryn Hill o 21 de Adele, sé las historias que hay tras ellos, y eso es muy importante para mí. Porque cuando prestas atención a las letras comprendes realmente su significado. En una entrevista, el periodista se refería todo el rato al hombre que me había inspirado estas canciones. Y le corregí, le dije que se estaba equivocando, que había estado saliendo con una mujer.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué no quieres definirte como lesbiana o bisexual?
JESS GLYNNE ⇒ Porque no veo la necesidad de ponerme etiquetas, ni de ponérselas a nadie. Es algo que obsesiona a mucha gente, y que lo único que provoca en algunas personas es ansiedad, cuando todos debemos preocuparnos solamente por ser como somos. Esa última relación era la primera que tenía con una mujer, y la siguiente no sé con quién será. Yo me enamoro de las personas, independientemente de su sexo.
«NO VEO LA NECESIDAD DE PONERME ETIQUETAS, NI DE PONÉRSELAS A NADIE»
SHANGAY ⇒ ¿Has tenido alguna otra relación desde aquella que acabó tan mal?
JESS GLYNNE ⇒ No, algún lío, pero nada significativo. He estado tan volcada en el trabajo que no he tenido tiempo ni oportunidad de embarcarme en algo sólido con nadie. Estoy abierta a lo que pueda surgir, sea con un hombre o una mujer. Sé que habrá quien me critique por esta indefinición, pero no me importa, porque estoy siendo honesta. Y creo que al no darle mayor importancia a este tema, nadie se la dará.
SHANGAY ⇒ Sí das mucha importancia a tu imagen, ¿verdad?
JESS GLYNNE ⇒ Por supuesto. Es importantísima la imagen que proyectas, porque te representa tanto a ti como a tu música. Tengo la suerte de que en ese aspecto me ayuda una de mis mejores amigas, Jo’lene Henry, que es quien diseña mis portadas, y también ha dirigido algunos de mis vídeos. Es maravilloso tener a alguien de confianza a tu lado para algo tan importante.
SHANGAY ⇒ Has colaborado con muchísimos artistas, compositores y productores en la creación de tu álbum. ¿No es complicado conectar con gente tan distinta durante las sesiones de grabación?
JESS GLYNNE ⇒ Lo es, pero supone un viaje interesante, en el que buscas a aquellas personas con las que conectas. Tuve que colaborar con muchísima gente para encontrar a las personas adecuadas con las que me entendía. Hay varios nombres clave en mi disco: sin Knox Brown, Janée Bennett y Starmish este disco no existiría.SHANGAY ⇒ ¿Cómo se produjo la conexión con Emeli Sandé, que participa en Saddest Vanilla?
JESS GLYNNE ⇒ Por casualidad. Me enteré de que estaba en otra sala de mi mismo estudio mientras yo estaba trabajando con Naughty Boy, y la invité a colaborar con nosotros. Fue algo muy orgánico, nos pusimos a hablar, nos fuimos a comer y a conocernos mejor, y así surgió el tema, que las dos sentimos como muy personal, por eso quise que lo cantara también conmigo.
«SAM SMITH ES AMIGO, NOS LLEVAMOS MUY BIEN Y ME HA AYUDADO MUCHO, ES ADORABLE»
SHANGAY ⇒ De vez en cuando grabas versiones de temas ajenos, y lo mismo cantas Tears Dry On Their Own de Amy Winehouse que Black Magic de Little Mix. ¿En qué te basas a la hora de elegir las canciones que versionas?
JESS GLYNNE ⇒ Tienen que ser temas que vea que puedo llevar a mi terreno y hacer míos. El de Little Mix me encanta, y tengo una estupenda relación con las chicas [incluso ha compuesto un tema para su nuevo álbum]. Tengo un gusto pop muy amplio. El disco que más escucho ahora mismo, por ejemplo, es Compton de Dr. Dre, y una de las canciones que más me gustan es la nueva de Justin Bieber.
SHANGAY ⇒ ¿Te gustaría llegar a ser tan famosa como él?
JESS GLYNNE ⇒ No estoy segura, no sé si podría gestionar bien algo tan intenso. Y creo que para una chica los parámetros son otros. Un tío tan famoso como él se tiene que enfrentar continuamente a miles de chicas que gritan cuando le ven. Igual que les pasa a One Direction. No es tan común que eso pase con artistas femeninas.
SHANGAY ⇒ Pero en el Reino Unido, probablemente solo Sam Smith y Adele son tan populares como tú ahora mismo. ¿Es que tus fans no te aclaman?
JESS GLYNNE ⇒ Claro que sí, pero dentro de un orden. La verdad es que ser tan popular como ellos es un gran honor, porque son artistas a los que admiro profundamente. A Adele todavía no he podido conocerla personalmente; Sam es amigo, nos llevamos muy bien. Me ayudó mucho cuando tuve que operarme, es adorable.
SHANGAY ⇒ ¿Dónde guardas el Grammy que ganaste por Rather Be junto a Clean Bandit?
JESS GLYNNE ⇒ Lo tienen mis padres en su casa. Cuando tenga mi propio piso en el futuro, me lo llevaré. Y lo pondré en un sitio que luzca. Ya que lo gané, debo presumir de él [risas].