La semana pasada os recomendábamos 10 juguetes sexuales que eran mejor que cualquier novio, y es que quién hay mejor que uno mismo para satisfacerse. Seguimos profundizando en el tema, y ahora queremos dar algunos consejos de uso para los exploradores primerizos, porque nadie nace sabiendo.
Si estás empezando a practicar con estos juguetes, o si eres todo un experto pero quizá nunca te has leído el manual de instrucciones, toma nota de estos consejos:
1. Lávalo
Imagina que estás con un chico, en plena ebullición, y cuando te encuentras en la cima del éxtasis descubres que le falta un buen baño. Pues lo mismo ocurre con tu mejor amigo de silicona: hay que lavarlo, ambos lo agradeceréis. No importa que seas la única persona que lo utiliza, esa es una excusa que no aceptamos, da igual lo vago que seas. Eso sí, si tu juguete es eléctrico, desenchúfalo antes.
2. ¿Cómo lavarlo?
Aunque existen productos específicos para este tipo de menesteres, la solución más económica es lavar el juguete con un jabón de manos normal y corriente (mejor si no tiene ningún aroma) y agua tibia, ya verás qué limpio y brillante queda.
3. Usa preservativos
¿Pensabas que los condones solo se usaban entre dos? Pues no, es recomendable que los uses con tu juguete sexual. El látex es un material poroso en comparación con otros, esto hace que con el tiempo puedan crecer bacterias en él, por lo que es recomendable que si tu juguete es de látex, uses condones. En cambio, otros materiales como el vidrio, la silicona o el acero inoxidable son menos porosos y tienden a ser más limpios y a durar más tiempo, aunque son más caros.
4. ¿Se pueden compartir?
Si sueles tener sexo con alguien al que conoces bien y estás acostumbrado a intercambiar todo tipo de fluidos, digamos que ya os da igual compartir un poco más, aunque es recomendable limpiarlo. Pero si no es el caso, no tienes opción: lávalo. Si vas a compartir tu juguete, límpialo siempre antes de usarlo, mejor prevenir que curar.
5. Elige el mejor lubricante
Los lubricantes con base de silicona o aceite pueden dañar los juguetes de silicona. Las lociones y aceites también dañan los aparatitos de látex. Así que los mejores lubricantes son los que están compuestos a base de agua. Si queremos dejarnos de complicaciones, no hay nada mejor ni más natural que tirar de saliva.
6. No lo dejes en cualquier sitio
Una vez hayas terminado tu desenfrenado espectáculo, no dejes el juguete en cualquier rincón de tu habitación; no valen esquinas, tirarlo en el armario u olvidarlo entre las sábanas. Una vez que esté limpio, la mejor opción es envolverlo con una toalla o trapo y meterlo en algún cajón de nuestra mesita de noche, donde podamos encontrarlo fácilmente.
7. Hay que darle un digno final
Aunque nos cueste asumirlo, a todos nos llega el final, incluso a ese aparato con el que has compartido tus momentos de soledad más íntimos, y algún día habrá que decirle adiós. Si notas que el material comienza a romperse, o si hace ruidos extraños, es momento de que pase a mejor vida y reemplazarlo por otro nuevo, con el que seguro que compartirás nuevos e increíbles momentos.