SHANGAY ⇒ ¿Qué sensaciones te dejó el estreno de El rey de La Habana en competición en el Festival de San Sebastián?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Me di cuenta de que es más polémica de lo que yo creía. Empecé a leer que era muy dura, cuando yo pensaba que era de mis películas más comedidas… Nunca acierto [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Te gusta esa reputación de cineasta difícil que siempre plantea cuestiones que remueven al espectador?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Ni sí ni no. Por un lado, pienso “Agustí, si te metes en un fregado así lo normal es que la gente se divida, porque les exiges posicionarse”. Por otro, no tengo ningún instinto provocador, no me interesa en absoluto provocar. Cualquier comentario negativo hacia la película o hacia mi persona me hace muchísimo daño. En ese sentido soy muy sensible; provocador es el que disfruta con esa situaciones, yo soy todo lo contrario. Actúo con inconsciencia, hago lo que me pide el corazón, y después compruebo que estoy en un lugar muy distinto al de la sociedad en general.
SHANGAY ⇒ ¿Te has ido domesticando a lo largo de tu carrera?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Un poquito sí, pero por lo visto no lo suficiente.
SHANGAY ⇒ ¿Es muy distinta la posición desde la que presentas esta nueva película tras el rotundo éxito de Pa negre?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Claro. Me da la sensación de que se espera este estreno con mucha más atención. Quizá haya gente que esperara que siguiera en esa línea más suave de Pa negre, y no. He luchado mucho para hacer esta película porque tenía ganas de algo muy distinto, alejado del cine de autor. No quería rodar una película elegante, a la europea, sino chabacana incluso… Si vas a contar una historia de cubanos que son casi indigentes has de hacerlo a su manera, no a la de Kieslowski.
«ME ENCANTARÍA RODAR UNA HISTORIA DE AMOR ENTRE DOS HOMBRES SENCILLA, DESDE UN PUNTO DE VISTA MUY HUMANO»
SHANGAY ⇒ ¿Por qué te empeñaste en hacer El rey de La Habana?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Para empezar, por mi vinculación con Cuba, un país que conozco bien. Por otro, porque me encantaba cómo reflejaba la novela de Pedro Juan Gutiérrez en que está basada una parte de la sociedad cubana que no es la que solemos ver en su cine, la que menos recursos tiene. Amo a los cubanos; me encanta su forma de vivir la vida, incluso las tragedias, sin prejuicios y con humor. Me apetecía explorar el sexo, la pobreza…
SHANGAY ⇒ El sexo es un ingrediente que viene bien de cara al tirón comercial de la película…
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Un ingrediente obligado, porque está en la base de la novela. En los 90, en que los cubanos no tenían de nada, el sexo era gratis y más fácil que comer casi.
SHANGAY ⇒ Una vez más, demuestras no tener pudor a la hora de mostrar desnudos integrales masculinos, algo no tan habitual en nuestro cine. ¿Sigue habiendo prejuicios a la hora de enseñarlos?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Cada vez menos. Sale Michael Fassbender desnudo en una película y la gente se vuelve loca [risas]. Pero no te creas, yo sí tengo cierto pudor a la hora de mostrar desnudos. Pero cuando hay que hacerlo, se muestran. Y me ocurre igual con los masculinos que con los femeninos. Si ha habido más masculinos es por lo presente que está la temática gay en muchas de mis películas.
SHANGAY ⇒ ¿Mostró algún reparo Maykol David Tortolo cuando supo la de sexo y desnudos que implicaba su personaje?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ No, porque es cubano. Los cubanos son comunistas y ateos, y no tienen esa idea de pecado detrás como nosotros. Se enfrentan al sexo de una manera muy libre y natural. Solo le daba vergüenza que se diera tanta relevancia a la polla del personaje, y tener que enseñarla de una manera tan gráfica.
SHANGAY ⇒ Aunque en la película está retocada digitalmente, ¿no?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Es bastante impresionante, ¿verdad? Sí, se la ampliamos. Dado que el peso de toda la película descarga en el tamaño del miembro del protagonista, tenía que llamar la atención. Como solo se ve en un plano muy corto, quería que resultase de brocha gorda, que quedase clarísimo qué es de lo que se habla.
SHANGAY ⇒ Héctor Medina está estupendo en el personaje de la transexual que vive una historia de amor muy especial con el protagonista…
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Lo gracioso es que Héctor no es ni gay, es un tío muy heterosexual. Hizo un trabajo muy bueno, tuvo que aprender a moverse de un modo concreto, a andar con tacones… La relación entre ellos es muy especial. Reynaldo se frena al principio porque es muy machista, pero poco a poco vence sus prejuicios cuando la va conociendo, y se entrega de una manera natural. Ahí demuestra su calidad humana, que no es solo el sexo lo que le motiva.
SHANGAY ⇒ Estarás feliz con el premio que se llevó Yordanka Ariosa como mejor actriz en San Sebastián, ¿verdad?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Nos alegró a todo el equipo muchísimo. Y hay que destacar que era la primera vez que en San Sebastián se premiaba a una actriz negra. Coincidió además con el Emmy que ganó Viola Davis, también la primera vez que reconocían a una intérprete negra como mejor actriz. Es algo muy importante, un triunfo a destacar, porque supone un reconocimiento para muchas mujeres.
SHANGAY ⇒ ¿Viste La partida de Antonio Hens, otra película reciente de un director español ambientada en Cuba?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Sí, es un director que me gusta mucho, sobre todo sus cortos, también los que rodó en Cuba. Y entiendo que nuestras películas se puedan relacionar. Antonio tiene una relación muy estrecha con Cuba, y él pudo producir su película allí, nosotros no [la rodaron en República Dominicana]. A nivel de temática plantean cuestiones distintas, porque La partida habla de cómo muchos cubanos quieren escapar de aquella realidad e irse a otro país; en nuestra película, los personajes son tan incultos que ni se plantean irse, ni saben que existe un mundo exterior.
«SI HAY TANTOS DESNUDOS MASCULINOS EN MI CINE ES POR LO PRESENTE QUE ESTÁ LA TEMÁTICA GAY EN MIS PELÍCULAS»
SHANGAY ⇒ Menudo año para ti, porque también has dirigido en teatro la bellísima El testamento de María, protagonizada por Blanca Portillo.
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Me gusta mucho El testamento… Tenemos bolos por toda España hasta el próximo marzo, que es cuando volverá a Madrid durante un mes. Tuvo tanto éxito, y se quedó tanta gente sin verla, que la vamos a reponer.
SHANGAY ⇒ En cine has encadenado dos adaptaciones de novelas ajenas. ¿Será tu próximo proyecto un guion original tuyo?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Estoy trabajando ya en Incierta gloria, basada en una novela de Joan Fales. El guion lo hemos escrito Coral Cruz y yo, y la rodaremos en primavera.
SHANGAY ⇒ ¿Hay contenido gay explícito en esa próxima película?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ No. De hecho, ahora que lo pienso, no hay absolutamente nada gay en Incierta gloria. Es una historia de amores cruzados entre dos hombres y dos mujeres.
SHANGAY ⇒ ¿No te apetece contar más historias explícitamente gays?
AGUSTÍ VILLARONGA ⇒ Sí, sí. El problema es que a los directores nos lleva mucho tiempo hacer cada película. Con El rey de La Habana he estado tres años… En ocasiones hay que hacer lo que nos cae. Y muchas cosas de las que quiero hacer no me las producen… Me encantaría rodar una historia de amor entre dos hombres sencilla, explorarla desde un punto de vista muy humano. Porque casi siempre que he tocado el tema gay estaba rodeado de un cierto morbo, y me gustaría mostrar que no siempre esas historias tienen que ser medio raras. Aunque a mí me gusta el morbo [risas].