“Aquí está, la resistencia trans”. Más de 1.000 personas se echaban a las calles de Madrid el pasado sábado para defender que ser transexual no es una enfermedad. La convocatoria, a juzgar por el número de asistentes, fue todo un éxito.
La marcha, encabezada por las asociaciones Apoyo Positivo y Fundación Daniela, conmemoraba el Día Internacional de Acción Contra la Despatologización Trans a través del movimiento iniciado en las redes sociales bajo la etiqueta #DerechoASer. Su acto más multitudinario iba a ser la manifestación, que iba a recorrer la distancia que separan las plazas de Chueca y Jacinto Benavente.
En la actualidad, todavía hay lugares donde se considera un desorden mental el simple hecho de querer ser uno mismo a través de la transición y reasignación. Disforia de género lo llaman. Por ello, las reivindicaciones iban a englobar este aspecto, así como la violencia y discriminación que sufren los transexuales con ejemplos que relatamos más veces de las que nos gustaría.
Además, quisieron hacer hincapié en el poco apoyo que llega desde las instituciones españolas, donde solo Andalucía está a la altura con una ley que protege específicamente al colectivo. Mientras, en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, la preocupación aumenta al ver cómo en el borrador de la ley LGTB presentada hace unos días se les excluye. Ellos solo piden que respeten sus cuerpos y sus vidas.