Sherri Gray tiene 75 años y es de Tennessee (EE UU). Su activismo y cariño por la comunidad LGTB no conoce límites, de ahí que esté siempre pensando en cómo hacer la vida del colectivo más placentera. Lo último que se le ha ocurrido ha sido componer una canción titulada Al final soy yo, dedicada a los niños transexuales que sufren algún tipo de discriminación. En ella pide al mundo que los acepte tal y como son e insta a todos a ser un poco más abiertos de mente y corazón. A ella le sobra, claro está.