Óscar es un chico y por tanto, juega con ellos

Óscar tiene 21 años y es de Zaragoza. Hace un año decidió iniciar su periodo de transición para que se le reconociese como varón. Mientras recibe tratamiento hormonal y aguarda los dos años obligatorios antes de proceder a cambio de nombre y sexo en el DNI, recibía este mensaje: “Buenos días, después de efectuar las […]

13 noviembre, 2015
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Óscar es un chico y por tanto, juega con ellos

Óscar tiene 21 años y es de Zaragoza. Hace un año decidió iniciar su periodo de transición para que se le reconociese como varón. Mientras recibe tratamiento hormonal y aguarda los dos años obligatorios antes de proceder a cambio de nombre y sexo en el DNI, recibía este mensaje:

“Buenos días, después de efectuar las pertinentes consultas al Consejo Superior de Deportes y a la Junta Directiva, se ha decidido que puede jugar en un equipo masculino. En la ficha federativa y en el seguro debe figurar con el nombre que aparece en su DNI. Un saludo, el secretario general de la Federación Española de Fútbol Americano (FEFA)”.

Efectivamente, el balón ovalado es su mayor divertimento, y el equipo masculino de los Zaragoza Hurricanes, su equipo de pleno derecho. La temporada pasada jugó para la sección femenina, pero ya no tendrá que volver a pensar dónde está su lugar. “Estoy muy agradecido a mi club, que me ha apoyado en todo momento. Me siento uno más en el vestuario. Soy un chico, aunque en mi DNI ponga lo contrario”, cuenta al Heraldo de Aragón. He aquí un pequeño grano de arena más en la lucha por la visibilidad LGTB.

¿Qué ocurrió antes de que se oficializase este ‘fichaje’? Él llevaba tres años jugando y todos sabían su intención: “Les dije a mis compañeras que era un chico y que me llamaran por este nombre. Y esperé al final de la temporada, en mayo, para iniciar el tratamiento hormonal con testosterona. Antes hubiera podido dar positivo en un control de dopaje”. Solo habría faltado.

Estamos ante un pionero, uno de los primeros deportistas españoles en ser autorizado a cambiar de categoría. No hay una norma al respecto y cada federación tiene la potestad de dar el visto bueno a este tipo de casos. De hecho, no se conocía ningún caso de transexual compitiendo en su verdadero lugar.

¿Y en casa? “Para mi familia ha sido difícil asimilarlo, pero me respetan y me apoyan”, explica. Óscar estudia psicología en la UNED y ya solo espera que nadie vuelva a pronunciar el nombre femenino al que todavía está ligado pero que ya no le volverá a representar. Sin duda, la mayor de sus victorias.

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