Es necesario seguir clamando tolerancia

“En el Día Internacional para la Tolerancia, reconozcamos el creciente peligro que representan quienes procuran dividir, y comprometámonos a forjar un camino marcado por el diálogo, la cohesión social y el entendimiento mutuo”. El Secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-Moon ha querido dejar este mensaje con motivo del Día Internacional para la Tolerancia al […]

16 noviembre, 2015
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Es necesario seguir clamando tolerancia

“En el Día Internacional para la Tolerancia, reconozcamos el creciente peligro que representan quienes procuran dividir, y comprometámonos a forjar un camino marcado por el diálogo, la cohesión social y el entendimiento mutuo”.

El Secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-Moon ha querido dejar este mensaje con motivo del Día Internacional para la Tolerancia al que no hace falta añadir mucho más. Si hablamos de paz, un término que brilla por su ausencia todavía con la mente puesta en los atentados de París, la ausencia de discriminación es parte fundamental de la compresión y el respeto.

Desde 1995, y acogiéndose a la Declaración de Principios sobre la Tolerancia, todos los países miembros reconocen los derechos humanos universales y la diversidad de los pueblos. Tal y como esta explica, la tolerancia es “el respeto, la aceptación y el aprecio de la riqueza infinita de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la apertura de ideas, la comunicación y la libertad de conciencia. La tolerancia es la armonía en la diferencia. No solo es un deber moral, sino una obligación política. La tolerancia es la virtud que hace posible la paz y que contribuye a la sustitución de la cultura de guerra por la cultura de paz”. Ni qué decir que en este entramado hemos de incluir la libertad sexual.

En este sentido, la Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce que “toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna, por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna en función de la condición política, jurídica o internacional del país o territorio al que pertenece una persona, ya sea independiente, fiduciaria, no autónoma o bajo cualquier otra limitación de soberanía”.

Poco más que añadir, solo predicar con el ejemplo y alentar el respeto y el diálogo en un día tan importante como este. 

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