Vaya por delante que no tiene explicación. El presidente de Bolivia, Evo Morales, se encontraba en la región de Beni para entregar 34 ambulancias. Y entonces, el hombre que aconsejó a la humanidad no comer pollo para no contagiarse de homosexualidad, volvió a manifestar su LGTBfobia.
“Beni es tan grande, hay que planificar, ministra de Salud, ahí inaugurando, no quiero pensar que es lesbiana, compañera ministra”. Con estas dulces palabras se dirigió a Ariana Campero, ministra de Salud del país. Cuesta adivinar dónde está el sentido y por qué lo hizo.
Además, no es la primera vez que nuestra protagonista se enfrenta a comentarios de tan bajo nivel. El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, le instó a casarse antes de cumplir su intención de tener un hijo porque “hombre es hombre” y luego se podría quedar con “la pruebita de amor colgando”. De verdad, qué pena.