Las tribulaciones por la gran manzana de Tracy (Lola Kirke) y Brooke (Greta Gerwig), las dos protagonistas de Mistress America, pueden resultar tan entretenidas como irritantes. La primera es una estudiante de primer año que acaba de poner los pies en Nueva York ansiosa por convertirse en novelista y encajar en los círculos intelectuales más sofisticados de su universidad. La segunda es su futura hermanastra, un quiero y no puedo de decoradora freelance que oculta su condición de buscavidas y socialité en horas bajas. A pesar de sus serios problemas para mantener a flote su vida sentimental y profesional, Brooke acoge a Tracy bajo su ala y la arrastra a, bueno, digamos que la arrastra.
Efectivamente, Tracy y Brooke no están para caerte bien –especialmente la segunda–, sino para que el espectador se dé cuenta de sus propias contradicciones a través de las suyas. Por eso la última película de Noah Baumbach y Greta Gerwig –pareja profesional y sentimental– funciona al mismo tiempo como una comedia de iniciación y una parodia sobre la crisis de los 30. O lo que es lo mismo, es la confirmación de que su sentido del humor vendría a ser un eslabón entre las generaciones de Woody Allen, Tina Fey y Lena Dunham: la Annie Hall de los setenta hoy sería una it girl de vida idealizada.
Puede que Mistress America no derroche el encanto en blanco y negro de Frances Ha –por si acaso, también incluye un tropezón de su protagonista y una posible lectura filolésbica–, pero es un capítulo más en la antología sobre el patetismo contemporáneo que tanto interesa a sus creadores y que, inevitablemente, hermana a los nacidos entre los 80 y los 90 que van por la vida con la pantalla de su móvil rota. No es extraño que Baumbach y Gerwig se refieran a títulos como Buscando a Susan desesperadamente, ¡Jo, qué noche! o Algo salvaje al hablar de sus influencias, o que recurran a una canción de Orchestral Manoeuvres In The Dark como himno oficial de las aventuras de estas dos mejores amigas.
Oculta tras una fachada pizpireta y alocada, Mistress America es una historia sobre nuestra habilidad para echar balones fuera –“no me educaron así”, repite constantemente su protagonista–, lo impredecible de nuestro carácter y la desorientación de toda una generación en perpetuo conflicto con la idea de convertirse en adultos.
LA PELÍCULA MISTRESS AMERICA SE ESTRENA EL 20 DE NOVIEMBRE.