Chus Gutiérrez: “Las drogas son un tema tabú”

Temas: Cine, Entrevista

SHANGAY ⇒ ¿Qué te decidió a hacer esta película?
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ Vivimos en una sociedad en la que hay drogas legales e ilegales y, sin embargo, el debate está cerrado. Internet ha abierto la caja de Pandora de las drogas sintéticas. Creo que es un buen momento para abrir las ventanas y airear el tema.

SHANGAY ⇒ ¿Qué relación tiene Droga oral con aquella otra de tus películas, Sexo oral, estrenada hace ya veinte años? 
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ Formalmente es igual: personas que hablan sobre el tema que se plantea. En aquel momento, el sexo era un tema tabú, y hoy las drogas son un tema más que tabú, enterrado en el subsuelo de nuestra cultura. Ojalá Droga oral sirva para que hablemos entre todos y que las drogas dejen de ser un misterio. Si quitamos ese velo de misterio, quizás nos den menos problemas: el sabor de lo prohibido es algo contra lo que no se puede luchar.

SHANGAY ⇒ A ti qué te divierte más, ¿hablar de sexo o hablar de drogas?
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ A mí me divierte todo, soy muy lúdica y cualquier tema que sirva para cuestionar nuestra sociedad y nuestra hipocresía me pone mucho.

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“Si le quitamos a las drogas ese velo de misterio, quizás nos den menos problemas: el sabor de lo prohibido es algo contra lo que no se puede luchar”

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SHANGAY ⇒ Aparecen muchos homosexuales en tu película, y muchos intelectuales reconocidos como el académico Paco Nieva, que tiene ya 90 años. Intuimos que son amigos. ¿Encuentras en ellos virtudes distintas a las de tus amigos heteros?
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ Ser una mujer en el siglo XXI implica intentar construir una identidad nueva fuera de viejos clichés. Mis amigos homosexuales me ayudan a ser yo misma, supongo que compartimos la misma incomodidad con los estereotipos y en ese sentido somos cómplices. En general, la cultura heterosexual clásica me provoca violencia o tristeza. Mis amigos y amigas homosexuales me hacen sentir en casa; me siento protegida y me enseñan a ver el mundo con los ojos más abiertos.

SHANGAY ⇒ Hace poco ha salido un estudio que asocia homosexualidad, baja autoestima y consumo de drogas para el sexo, lo que facilita el contagio de enfermedades. ¿Crees que hay algo de razón o se vuelve a condenar a los homosexuales por llevar una vida sexual distinta, aludiendo a los tópicos de siempre?
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ Eso me suena un poco a envidia. En general, todos tenemos menos sexo del que nos gustaría tener. Es verdad que los chicos homosexuales son más libres y tienen menos prejuicios a la hora de tener sexo rápido y sin compromisos. Unos usarán drogas y otros no, pero vamos, a mí sí me da envidia esa desinhibición de los chicos gays, porque las mujeres, gays o no, seguimos siendo mucho más selectivas y pudorosas en nuestros usos sexuales.

SHANGAY ⇒ Tú misma admites haberte drogado en la película. De joven, y no precisamente con drogas blandas. ¿Hay que desnudarse tanto para hablar de las drogas con firmeza, claridad, honestidad? 
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ A mí no me hacía demasiada ilusión la entrevista, la verdad, pero me parecía deshonesto no hacerla. El valor de Droga oral es justamente eso, que la gente habla en primera persona, que habla de su experiencia y que no se dramatiza. Los tópicos no ayudan y solo nos limitan. “La verdad nos hará libres”, pues vamos a hablar de la verdad.

SHANGAY ⇒ ¿Cuáles son los problemas a los que te has enfrentado por hablar de drogas con esta libertad? 
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ De momento no me he enfrentado a ninguno. Creo que mi madre se va a enfadar conmigo cuando lo vea, pero lo superará, ya somos mayores (las dos, quiero decir). Espero que el próximo 20 de diciembre no llegue un gobierno de derechas y sí un gobierno que abra el debate de la despenalización de las drogas y de la permisividad con la marihuana, esa maravillosa, generosa y gran planta.

¿Se ha arrepentido alguien de salir en este documental? ¿Hubo muchas drogas presentes en el rodaje? Pasa página

SHANGAY ⇒ ¿Los entrevistados no se han arrepentido de salir?
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ Algunos estaban asustados, pero yo les he protegido. Proteger a los personajes es mi obligación como cineasta. Sin ellos, esta película no hubiera sido posible.

SHANGAY ⇒ ¿Ocurrió alguna cosa inesperada durante el rodaje?
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ Pues que nos drogamos muy poco. Tanto hablar, tanto hablar, se te quitaban las ganas hasta de beber una cerveza.

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“Mis amigos homosexuales me ayudan a ser yo misma”

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SHANGAY ⇒ En tu película sale mucha gente normal contando su experiencia. ¿Ha sido esta la tesis: que sea gente normal y corriente la que hable y no gente destruida por las drogas?
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ En mi película no sale nadie destruido, sale gente que ha tenido problemas con las drogas pero que lucha por salir de ahí y tener una vida digna. Todos somos frágiles y susceptibles de tener problemas con las drogas; es un riesgo que todas las personas que toman drogas corren. Es muy saludable ser consciente de ello.

SHANGAY ⇒ ¿Existe un camino digamos ‘normal’ o un punto de uso de las drogas que no sea tan nocivo como nos lo cuentan?
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ Odio la palabra ‘normal’, no significa nada. Cada uno debe encontrar su relación con las drogas, su medida, su forma de alejarse o acercarse, pero todos deberíamos estar informados. Mi abuelo tenía una máxima: “De todo y por su orden”. Pues eso, hay que ser cauta, cuidadosa e inteligente. El problema no son las drogas, es el uso que tú haces de ellas.

SHANGAY ⇒ ¿Qué vas a hacer para celebrar el estreno de la película? ¿Qué tipo de fiesta se plantea para celebrar una película con este título?
CHUS GUTIÉRREZ ⇒ La verdad es que voy a estar tan llena de adrenalina, endorfinas y emociones que probablemente no tenga ganas de tomar drogas externas a las mías propias. He dejado de fumar hace poco, y no quiero volver, con lo cual tengo que ser cuidadosa durante un tiempo. Lo importante, y de lo que nunca se habla, es de la gestión de las drogas. Las drogas están ahí, y nuestra responsabilidad es aprender a gestionarlas de manera apropiada a nuestro pequeño y sensible cuerpo. Usarlas de manera inteligente y sacarles el mayor beneficio, y por supuesto, con el mínimo riesgo posible.

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Droga oral se estrena el 26 de noviembre en el Cine Palacio de la Prensa de Madrid (Plaza de Callao, 4). Es un estreno abierto al público, que podrá comprar su entrada en precio reducido de 6 euros y ver la película con la directora. Venta anticipada de entradas a través de veobeo.com

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