Abel Azcona está en boca de muchos creyentes desde que el pasado viernes inaugurara en una sala del Ayuntamiento de Pamplona su exposición Desenterrados. En la pieza Amén de la misma, el artista navarro formó con hostias consagradas la palabra ‘pederastia’ en el suelo de la sala, algo que ha ofendido a numerosos cristianos. De hecho, la Asociación Española de Abogados Cristianos ya ha iniciado acciones legales contra Azcona, más concretamente ha interpuesto una querella criminal por “profanación”, ya que las formas consagradas fueron robadas durante 242 eucaristías a las que asistió el artista, como él mismo publicó en Twitter.
“No es mi intención crear polémica, la exposición está montada de una forma políticamente correcta, limpia y bien estructurada”, ha indicado Azcona tras las duras críticas recibidas, entre las que se incluyen pintadas en las calles de Pamplona que le exigen que retire la exposición. “Siempre hago mis piezas para que creen una reacción, y qué mejor reacción que mostrar todo este radicalismo. Esto demuestra el tipo de cristianos que son”, responde el artista a las réplicas. El Partido Popular de Navarra también ha denunciado que se trata de “una agresión contra la Iglesia Católica y una absoluta falta de respeto”, sumándose así a los cristianos que se manifiestan víctimas de estos “atentados contra la libertad religiosa”.
Finalmente, el Ayuntamiento ha decidido –de acuerdo con Azcona– retirar las piezas consagradas, aunque mantendrá las fotografías sobre dicha obra.
No hay que olvidar que la polémica siempre ha rodeado a Abel Azcona, ya que forma parte de su arte y él mismo lo defiende. Recordamos que necesitó escolta durante un año tras las amenazas de muerte que recibió al ingerir un Corán durante una performance.
El Ayuntamiento de Pamplona, gobernado por EH Bildu, aprobó inicialmente la exposición, que permanecerá abierta hasta el 17 de enero.