BOMBER: ORIGINAL PENGUIN
SUDADERA Y PANTALÓN: ELEVEN PARIS
DEPORTIVAS: REEBOOK
El popular actor no viaja tanto como le gustaría, por eso agradeció nuestra propuesta para escaparse a la Ribera del Duero al volante de un Mazda MX-5. Es un modelo emblemático, lanzado en 1989, cuya última generación lo devuelve a las carreteras completamente renovado en cuanto a diseño y prestaciones. En nuestro viaje, Rivero –que comienza en breve gira con la función Siempre me resistí a que terminara el verano, y que en enero estrenará nueva temporada de Cuéntame cómo pasó– aprovechó para practicar piragüismo, una asignatura pendiente, y visitar dos bodegas, una muy vanguardista y otra más clásica. Le gusta moverse entre la tradición y la modernidad, como al Mazda MX-5.
Las Hoces del Duratón
A Pablo Rivero le apasiona viajar. “Cada cierto tiempo necesito escaparme de Madrid”. Este año se fue tres meses a Nueva York (“a estudiar y a escribir”), pero desde verano no había vuelto a salir. Encadenó la grabación de Cuéntame con los ensayos de la función Siempre me resistí a que terminara el verano –escrita y dirigida por Lautaro Perotti y producida por Asier Etxeandia, que acaba de terminar su temporada en Madrid y comienza gira nacional–, y tuvo que centrarse en el trabajo. “De repente, esta escapada en coche la he disfrutado muchísimo, es un plan perfecto, porque viajas no muy lejos de Madrid pero cambias completamente de aires. Me ha recordado a los viajes que hacía de pequeño con la familia”. La primera parada de la ruta fue el Parque Natural de Las Hoces del río Duratón, en el noreste de Segovia (“qué maravilla de paisajes, y qué tranquilidad”). Un lugar perfecto para relajarse pero también para cumplir una cuenta pendiente: practicar piragüismo. “Hace tiempo que quería probarlo. Mola mucho, ¡pero es duro! Venía de dos meses a tope en el teatro, y de pronto vi que realmente es un ejercicio que exige mucho. Le pillé el punto enseguida. Fue un lujo poder practicarlo en un día de este otoño tan primaveral que hemos tenido”. Cree Pablo que si estuvo tan suelto tanto al mando de la piragua es por lo que él llama “mi instinto de supervivencia como actor. Sé adaptarme fácilmente a actividades que igual no forman parte de mi día a día”.
CAZADORA: HERNO
PANTALÓN: ELEVEN PARIS
JERSEY: ZARA
PANTALÓN Y DEPORTIVAS: ELEVEN PARIS
Finca Torremilano
La calidez que transmiten los espacios en donde la madera es protagonista fascina a Pablo Rivero. En su afán por intentar que cada parada de esta ruta resultase lo más distinta posible a la anterior, quiso apostar por conocer una bodega con solera de aire tradicional. “Probé unos vinos increíbles”. Y también habla maravillas de la comida que degustó en el restaurante. “Soy fanático de las croquetas, y creo que las que comí allí son las mejores que he probado en mi vida. Se notaba que la cocinera las había preparado con mucho cariño”. Es de buen comer Pablo. “A veces me tengo que controlar”, confiesa. “Pero por mi profesión, que tienes que estar cuidándote tanto, cuando puedo relajarme me gusta aprovechar y darme caprichos y buenas comidas”. Entre plato y plato, Rivero nos contó que de momento ha grabado su última participación en la serie Cuéntame cómo pasó, que vuelve a emitirse en enero. “Aunque se ha dejado la puerta abierta por si se graba un final definitivo, para que pueda volver y participar en él”. Ahora se centrará en un proyecto personal, del que no adelanta nada aún, y en la gira de Siempre me resistí a que terminara el verano, una función que espera que le dé muchas más alegrías. “Es que pocas veces trabajas con tantos actores que te gustan de siempre”.
Bodegas Portia
Diseñadas por Norman Foster, las Bodegas Portia se encuentran en Burgos, en pleno corazón de la Ribera del Duero. “Supusieron un contraste muy fuerte frente a las otras bodegas que visitamos”, explica Pablo. “El diseño es tan impresionante que, en cierto modo, los espacios le roban protagonismo a los vinos”. Rivero se muestra muy a favor del enoturismo. Además, es muy agradecido a la hora de las catas, como demostró en esta ruta. “En cuanto me tomo una copa de vino se me sube a la cabeza”, confiesa. Mientras degustaba un exquisito Portia, se reafirmaba en lo mucho que disfruta con este tipo de turismo. “Antes era más de irme a ciudades a patearlas, ya no. Cada vez me apetece más viajar para desconectar y, sobre todo, descansar, sea con amigos o con pareja. Si antes era más de visitar ciudades, me va apeteciendo más perderme en casas rurales, disfrutar de lugares con vistas y de una buena chimenea”. En Siempre me resistí a que terminara el verano interpreta a un hombre de 40 años –Rivero tiene 35– que vuelve a sus orígenes rurales desde la capital, y se plantea si prefiere su vida actual o la pasada. “Todos nos hacemos esas preguntas, no hace falta llegar a los 40 para ello”. Con escapadas como esta, Pablo no necesita elegir.
¿Quiéres saber más sobre los sitios que visitó Pablo Rivero? Pasa página
JERSEY: ELEVEN PARIS
Naturaltur es una empresa que propone distintas rutas, y también actividades personalizadas, para sacar el máximo partido a la visita a Las Hoces del río Duratón. Así es como Pablo Rivero pudo quitarse la espinita que tenía clavada y disfrutar a la vez practicando ejercicio y sintiéndose en contacto con la naturaleza. Una experiencia que, asegura, repetirá la próxima primavera.
Cerca de Aranda, se erige la finca Torremilanos, propiedad de Bodegas Peñalba López. Todo un santuario de grandes caldos que encadiló a Pablo Rivero por el ambiente de gran tradición que emanaba.
Bodegas Portia ofrece una enriquecedora experiencia, que aúna enoturismo, gastronomía y diseño. Construidas con hormigón, madera, acero y vidrio, cuentan con 12.500 metros cuadrados repartidos en tres plantas.
Gracias al innovador diseño KODO, inspirado en los movimientos de los animales, el Nuevo Mazda MX-5 transmite una poderosa sensación de fuerza. Todos los detalles están cuidados al máximo en el Mazda MX-5 descapotable, que ofrece un amplio campo de visión desde los asientos, de cuero, y con molduras superiores en las puerta del color de la carrocería.