La República Checa ofrece una variada oferta al turista dispuesto a desafiar al frío. Son numerosas las ciudades con encantos únicos, y las rutas disponibles para quien busca planes que se salen de lo habitual resultan muy apetecibles.
Praga
Merece la pena empezar un viaje por la República Checa en su capital, Praga, donde la variedad de atracciones no desciende al mismo nivel que las temperaturas, y la ciudad sigue muy viva en invierno. Aunque en Praga encuentres de todo, la experiencia sería incompleta sin visitar otros rincones para descubrir el auténtico ritmo de vida invernal del país. Lo cierto es que, cubierta bajo una capa de nieve y a la luz de las farolas de gas, es cuando Praga muestra su cara más romántica. La ciudad antigua extiende su halo y su magia nos invita a visitar cafeterías sosegadas y tabernas escondidas.
Ruta de los balnearios
A pesar de su reducido tamaño, la República Checa cuenta con algunos de los mejores spas del mundo. Plantéate afrontar la bajada de las temperaturas inmerso en relajantes aguas. O incluso opta por algo mucho más original y sumérgete en baños de cerveza y vino .
Ruta de la cerveza
El producto checo más conocido en el mundo es la cerveza. Los checos no solo fabrican muchos tipos de cerveza exquisita, también encabezan el ranking mundial del consumo de cerveza per cápita, por algo será. También se puede disfrutar de la bebida en alguno de los balnearios de cerveza que hay repartidos por el país.
Český Krumlov
¿Alguna vez has fantaseado con lo que sucedería si el tiempo se detuviera? Este es el lugar donde puedes vivir ese sueño .
Olomouc
Si eres un enamorado del arte o de la arquitectura barroca, Olomouc, el corazón espiritual de Moravia, es la ciudad ideal para ti. Descubre su espectacularidad de día y, cuando llegue la noche, goza del divertido ambiente de una de las ciudades universitarias checas más animadas.
Mil y un cafés
Hay lugares como la República Checa que, por las bajas temperaturas que llegan a alcanzar durante el invierno, invitan a refugiarse en cafés para hacer un alto en el camino y recuperar el aliento de la mano de un buen café, un té o un chocolate caliente. Por eso este precioso país alberga algunos de los cafés más modernos y acogedores de Centroeuropa.
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