Los eslovenos retiran su ley del matrimonio gay

Durante la jornada de ayer, los españoles no fuimos los únicos en acudir a las urnas. Los eslovenos votaron sobre la revocación o no la ley del matrimonio homosexual que se había aprobado en marzo de 2015, y que convirtió a Eslovenia en el decimotercer país europeo –y el primero del antiguo bloque comunista– en permitir a los gays casarse y adoptar hijos.

Lamentablemente, cerca del 63 por ciento de los votantes lo hizo en contra de esta ley. A pesar de que la iniciativa contaba con el apoyo de los partidos de izquierdas, que los sondeos indicaban el triunfo del sí y que Eslovenia, con unos dos millones de habitantes, siempre ha sido un país progresista en tema de derechos civiles, el pueblo esloveno ha decidido derogarla. Algunos justifican este inesperado resultado con la poca participación ciudadana, o por la acción de la derecha política, con organizaciones ultraconservadoras que acumulaban más de 80.000 firmas para solicitar este referéndum, o con un comité conservador denominado ‘Los niños están en peligro’, que alegaba que la aplicación de esta ley negaba a los niños el derecho de tener una madre y un padre.

Tras lo sucedido ayer, Eslovenia volverá a su ley de 2006, que permite la unión civil y la adopción de parejas del mismo sexo, siempre y cuando uno de los miembros de la pareja sea el padre biológico.

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