Mohamed Chelaff es, probablemente, el pretendiente más recordado y querido de la primera temporada del reality Quién quiere casarse con mi hijo. El ceutí que acabó cautivando a Luis Ángel, el soltero gay de la edición, no solo destacó por su imponente físico, también por su gran sensibilidad.
Cuatro años después de su periplo televisivo vuelve a demostrar poderío y delicadeza ante el objetivo del fotógrafo Dominik Valvo. Una sesión con bodypainting tan hermosa, única y sutil como una orquídea azul.