El pasado siempre vuelve. Que se lo digan al youtuber Calum McSwiggan, cuya participación en unos vídeos de porno amateur cuando tenía 19 años le está pasando factura ahora, seis años después. En los vídeos practicaba sexo a pelo con dos amigos frente a la webcam.
El joven asegura que, coincidiendo con su aumento de fama como vlogger –actualmente tiene más de cuarenta mil seguidores–, ha tenido que enfrentarse a amenazas de chantaje en los últimos dos años. Incluso han llegado a amenazarle con enviar las grabaciones a su madre.
“Hacerlo público hoy es mi manera de seguir adelante. Pero sé que, de una manera u otra, esto va a afectarme durante el resto de mi vida”, decía.
“Lo que comenzó como una charla con los usuarios en vivo con la ropa puesta, fue evolucionando hasta darnos cuenta de la cantidad de dinero que podíamos hacer. Era demasiado fácil. Teníamos decenas de miles de espectadores y haciéndolo durante solo un mes, podríamos ganar suficiente dinero como para pagar el alquiler de todo el año”, explicaba avergonzado.
“Quiero que este vídeo sirva como una advertencia a otras personas que están pensando entrar en la industria del porno”, añadía. “Si quieres entrar en el porno porque eres un apasionado de él, y eso es lo que quieres hacer con tu vida, entonces te deseo todo lo mejor para ti, creo que es genial. Pero si lo estás haciendo porque es dinero fácil, entonces realmente insisto en que tengas en cuenta las consecuencias a largo plazo y lo reconsideres”.
Además, McSwiggan, que siempre ha promovido el uso de preservativo e incluso ha colaborado con ONGs para promover el sexo seguro, ha pedido perdón también por practicar bareback en estos vídeos.
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