Nació niño, pero es una niña. Así que Lucía, natural de Asteasu (Guipúzcoa), solo quería que se le reconociese de forma oficial.
Y así ha sido. Un juzgado de Tolosa ha dado luz verde a su cambio de nombre para que pueda figurar así en el Registro Civil. El juez ha explicado que existe un “motivo justificado” que acredita el cambio debido a la “necesidad de adecuar la realidad social de Luken a su realidad registral”.
Con el añadido de que un informe médico acredita que se trata de un caso de disforia de género: “Disonancia entre el sexo morfológico o género fisiológico inicialmente inscrito y la identidad de género sentida por el solicitante”, explica textualmente el diagnóstico.
Se trata del segundo caso de esta índole en el País Vasco, tras uno aprobado en 2013 por un Juzgado de Vitoria. “A Lucía sus padres le pusieron erróneamente un nombre masculino atendiendo a sus genitales, pero ella en el momento que pudo expresarse comenzó a manifestar que era una niña”, reza en un comunicado la asociación LGTB Chrysallis Euskal Herria, orientada a menores trans.
Ya sea en el colegio o en su pueblo, todo el mundo la conoce por Lucía, y jamás tendrá que volver a dar explicaciones.