La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, anunció ayer durante la sesión plenaria del Consejo LGTBI (lesbianas, gays transexuales y bisexuales), que no permitirá oficiar ceremonias de matrimonio a los concejales que se opongan a casar a parejas del mismo sexo. El comunicado oficial del consistorio barcelonés detalla que Colau ha decidido que “el Ayuntamiento estipule formalmente que los regidores que tengan alguna reserva a celebrar este tipo de bodas no tengan capacidad para celebrar matrimonios en ningún caso”.
Una de las causas de esta decisión fue un caso de 2014 en el que un concejal del PP se negó a casar a dos lesbianas alegando objeción de conciencia. El suceso llegó al Síndic de Greuges (el defensor de las personas), Rafael Ribó, que calificó el hecho como una vulneración de los derechos de la pareja, sentencia que comparten tanto el Gobierno municipal como el consejo. El Síndic comunicó al Ayuntamiento la necesidad de actuar ante este tipo de casos y, aunque actualmente ningún edil plantea una objeción de conciencia ante el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, Colau ha impulsado esta medida para garantizar los derechos de las parejas gays.