Cuando el bolsillo se resiente, no hay tacón que lo aguante. Una travesti, de nacionalidad boliviana, la iba a liar parda en una carnicería de Buenos Aires. Según cuenta La Crónica, no estaba nada de acuerdo con el precio de la carne (alimento casi sagrado en el país austral), por lo que decidió actuar.
Gritos en el local que supusieron que la echasen. Pero ojo: “En un momento de locura, le tiró cosas, le rompió elementos del negocio y luego fue a la vidriera y le rompió los vidrios con los tacones”, explica un testigo. El caos provocado favoreció que la protagonista huyese descalza, y logró escapar del carnicera que trataba de amarrarla. Nos encontramos a la espera de un comunicado oficial de la Oficina del Consumidor.