El pastor José Santiago, un sacerdote de Puerto Rico, ocultaba su pasado como actor porno y estrella gay, conocido en la industria pornográfica como Gustavo Arrango, y cuyos vídeos son propiedad de la productora pornográfica gay Kristen Bjorn.
Hace un tiempo fue desenmascarado mediante una campaña de desprestigio en las redes sociales, donde se difundieron sus imágenes y vídeos. El predicador denunció que solo se trata de un ataque a su Iglesia, y una difamación de su persona.
La comunidad cristiana a la que pertenece el sacerdote solicitó su renuncia, pero este se negó a colgar los hábitos, alegando que ya no es homosexual y que ahora anda por el ‘buen camino’, sirviendo a Dios, y además está casado con una mujer.
Parece que para el sacerdote ser gay es una moda pasajera, y un mal que ha superado con la ayuda de Dios. Así lo deducimos de sus declaraciones: «En aquel tiempo era gay y participé en actividades homosexuales, pero Dios vino a mí y me tocó con su mano, me transformó, me llevo por el buen camino, me dio una mujer a la que amar y a la que no le importa mi pasado”.
«No he visto ninguna de estas películas desde hace años. Ni recibo ningún dinero por ello, sencillamente es una parte de mi vida que ya ha terminado”, aclaró el predicador. “Todos tenemos cosas que lamentar de nuestro pasado. Esa parte de mi vida sucedió antes de conocer a Dios».
No es la primera vez que un sacerdote se ve involucrado en escándalos de pornografía. En octubre de 2014, el Papa se comprometió a investigar las denuncias a una diócesis en el norte de Italia, que afirmaban que los sacerdotes habían publicado fotos de ellos desnudos en páginas de pornografía gay. Otra investigación en noviembre reveló que varios sacerdotes de Irlanda frecuentaban locales de ambiente y saunas gays.
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