En una entrevista para el diario The Guardian, el actor Ben Whishaw ha hablado de los efectos que ha tenido en su carrera el hecho de hablar sobre temas personales, concretamente sobre su sexualidad.
“La gente ahora está menos interesada, porque ya no hay nada que ocultar”, declaraba al periódico el actor, que hace unos meses se vio evuelto en la polémica por una explícita escena de sexo gay en la serie London Spy.
El hecho de hacer pública su homosexualidad disipó un poco el interés de la gente en su vida privada, aunque Whishaw admite que lo que piensen o digan los demás sobre él no le preocupa demasiado.
“Si no dejas que sea una piedra en el camino, no se convertirá en un problema. Le dedico poco tiempo a pensar en ello, no es relevante para mí. No me afecta, no más que otras personas”, asegura.
El actor, que últimamente ha participado en películas como La chica danesa y Sufragistas, empezó a dar pistas sobre sus preferencias sexuales en unas declaraciones a la revista OUT, ya que en ese momento (2011) interpretaba en Broadway a un personaje homosexual. Tres años atrás se hizo oficial su afinidad hacia el género masculino, cuando decidió postear una foto en Facebook y hacer oficial tanto su relación sentimental como su unión civil con Mark Bradshaw, reconocido compositor de la película Bright Star.
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