“Con la t: poéticamente, mujer homosexual”, le preguntaba Christian Gálvez a uno de los concursantes en Pasapalabra. Francisco se jugaba el bote de 1’2 millones de euros frente a David, estaba dando la segunda vuelta al rosco final, solo quedaban 5 segundos y tenía que arriesgar si quería ganar el concurso.
Francisco decidió hacerlo y respondió a las bravas, y sin demasiado convencimiento, “tortillera”. Al instante se hizo un silencio incómodo en el plató, y Christian Gálvez decidió romperlo justificando la metedura de pata: “Bueno, había que arriesgar…”. A continuación, revelaba que la respuesta correcta era ‘tríbada’ (palabra complicada, admitámoslo).
Su desatinado atrevimiento no fue suficiente para alzarse como nuevo ganador, pero sí para hacer arder las redes sociales, que enseguida convirtieron al joven concursante en una especie de ‘poeta’ del pueblo.