No todo es carne y contacto físico, existen otras vías para la excitación, y una de ellas es la sapiosexualidad. Una persona sapiosexual siente atracción hacia personas inteligentes. Una buena conversación puede resultar más excitante que un juego preliminar en la cama, aunque por supuesto no es una atracción que se pueda elegir, a pesar de que se haya calificado como preferencia sexual, en lugar de orientación o patología.
Los sapiosexuales se suelen activar ante estímulos novedosos y prestan poca atención a los sucesos repetitivos, les excita el humor inteligente, los temas controvertidos a los que haya que darle varias vueltas, y siempre tienen la mente abierta a mundos distintos. Es decir, para ellos lo erótico se percibe por el oído en lugar de por la vista.
Sin embargo, como opina la experta en gestión emocional y relaciones de pareja, Salomé Gonzalo Terente, el término en cuestión es “una etiqueta, y siempre que etiquetamos estamos limitando. ¿Por qué ser una cosa cuando podemos ser tantas a la vez?”. Así que deberíamos estar siempre abiertos a todo tipo de estímulos, sexuales, intelectuales o emocionales, quién sabe con qué conseguirán excitarnos. Por si acaso, a partir de ahora saldremos de casa siempre con nuestras gafas de pasta, un libro bajo el brazo y una buena conversación en la cabeza, ¿quién sabe si nos encontraremos con el sapiosexual de nuestras vidas?