Es uno de los gestores culturales más importantes y de mayor experiencia de nuestro país. El último gran proyecto del que fuera primer director del MUSAC y de varias ediciones de La Noche en Blanco, personalidad combativa y una de los ejecutores de la plena integración de todos, heteros, homos y trans, en el mundo de la cultura española, es una lucha muy personal. Ha creado Capital Animal para concienciarnos sobre los derechos fundamentales de los animales. Hablamos con él sobre este proyecto que convierte Madrid en epicentro mundial de la lucha animalista durante mayo y junio.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llegaste al veganismo?
RAFAEL DOCTOR ⇒ Era vegetariano desde hace siete años. En realidad lo fui hace 20, pero solo durante un año. Y soy vegano desde hace dos. Me cambió el simple hecho de mirar a los ojos a un animal. Estaba jugando con Lucas, el perro de mi madre, y me miró a los ojos y ese día decidí que no volvería a comer un animal. Que no. Que yo estaba a su mismo nivel, y que me podía alimentar de otras cosas, que había alternativas. Que me podía informar, porque la información estaba más cerca de lo que yo pensaba. Ser vegano es la mejor decisión que he tomado en mi vida. No solo dejar de comer carne, si no dejar de consumir cualquier cosa que provenga de un animal.
SHANGAY ⇒ ¿Qué cambios postula el animalismo?
RAFAEL DOCTOR ⇒ El animalismo es una filosofía de vida. Cada cual la entiende a su manera: yo creo que me ha hecho ver que formamos parte de un todo. Transformarnos a nosotros mismos en gran medida está relacionado en transformar la relación que mantenemos con aquellos que hemos decidido sean “los otros”. Antes fueron las mujeres, los hombres de otra raza… cuando te das cuenta que “los otros” en verdad son los animales. El Génesis comienza diciendo algo así como “aquí los tenéis y haced lo que queráis con ellos”. Ese es el origen de gran parte de los males: las religiones monoteístas como la cristiana, la musulmana o la judía, piensan que la naturaleza está para que nos la apropiemos. No para que vivamos en orden con ella, sino para expropiarla. Nosotros creemos que no: que nuestra posición es vivir acorde con el resto de vida que hay a nuestro alrededor. Digamos que formamos parte de la naturaleza, pero que como especie hicimos un pacto, nos la apropiamos. El mundo está hoy así porque esa es nuestra relación con él. Generalmente mantenemos una relación muy mala con lo que creemos que nos pertenece.
SHANGAY ⇒ Sueles hablar de ‘carnismo’ cuando te refieres a la cultura alimentaria actual. ¿Por qué ese término?
RAFAEL DOCTOR ⇒ El carnismo es la base sobre la que hay que reflexionar. Es una ideología impuesta y global. Como todas las ideologías impuestas, como ocurre con las dictaduras, tratan de imponerse como única realidad. Está instaurada en el mundo, y el mundo se basa esa filosofía. Curiosamente, el carnismo es un término nuevo, que la antropóloga y psicóloga Melanie Joy [autora de Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas (Ed. Plaza y Valdés)] acuñó para definirla. La base del carnismo es esa filosofía de la apropiación del resto de especies, y que sienta las bases de un tipo de alimentación y de consumo. Al establecerla como ideología, reconocemos ya el sentido de otras como el veganismo. No es la única ideología: aunque quiera serlo, existen otras. Una reflexión en torno al carnismo y sus males es lo que ha creado todo el movimiento y la lucha animalista, o ‘especista’. El ‘especismo’ es otro término, que viene a denunciar que nosotros nos sentimos en la cúspide de una pirámide cuando esto no es así. Esa pirámide es una figura conceptual nociva: nosotros creemos más en el círculo, que todos estamos al mismo nivel, somos equidistantes, y formamos parte de un mismo sistema. Una parte igual al resto. No nos sentimos superiores ni creemos en esa apropiación, sino que formamos parte de ese todo que es la naturaleza, ese círculo que nos haría vivir en armonía, no la pirámide que supone prolongar la desigualdad.
SHANGAY ⇒ ¿Crees que esta lucha tiene alguna relación con otras anteriores, como la lucha feminista o la lucha por los derechos LGTB?
RAFAEL DOCTOR ⇒ Absolutamente. Todas estas luchas parten de la misma base: conseguir derechos para el débil o el desprotegido, alcanzar una igualdad. Curiosamente, hay una mayoría femenina dentro de la lucha animalista: desde antropólogas y filósofas a empresarias. Cuando vas a una manifestación por los derechos de los animales, ves que el 70% son mujeres. Hay algo en esta lucha que le pilla más al ser femenino que al masculino. Y yo creo que es la opresión. El sentido de opresión se comparte, por especie o por género. Todo se basa en la cuestión del ‘otro’. Y el otro ha tenido que luchar siempre para conseguir sus derechos. El sustrato del carnismo como ideología dominante es el mismo que el del machismo como ideología dominante.
SHANGAY ⇒ La alimentación no es la única lucha. ¿Es realmente consciente la gente, como muchos gays con animales, que esta lucha es también por los derechos de sus mascotas, perros, gatos y otros?
RAFAEL DOCTOR ⇒ En principio, te pediría que no utilizaras el término ‘mascota’. Es denigrante. Apela a ese objeto que posees, y los animales no son eso. Cualquier animal, un perro, un pájaro… bueno, un pájaro no se debe tener porque se tiene enjaulado… cualquier animal es un ser, una entidad. La persona que viva pensando que tiene una mascota ya está equivocada de base. Los animales domésticos son compañeros con los que las personas han de relacionarse. Es un compañero de otra especie al que sí, hay que respetar y crearle un marco de derechos fundamentales. Es curioso, insistiendo en lo LGTB, que esta lucha por los derechos animales no haya sido tan secundada por otros colectivos históricamente oprimidos. No hay nada más triste que encontrar a personas que han estado luchando por otras causas relativas a la igualdad que se blindan ante cualquier discurso sobre unos derechos que van más allá, que hablan de algo que ellos no conciben. Hay personas en la lucha LGTB que creen que la lucha animalista no tiene sentido, como pensaban de ellos otros antes. El origen es una falta de empatía con su propia biografía y con los animales. Más allá de las reticencias, nos encontramos con gente que incluso ataca nuestra lucha. Que la consideran una pijada, y eso es muy doloroso, porque es una lucha, al igual que otras, por unos derechos fundamentales. Yo tiendo a pensar que la gente que lucha por una causa justa se hace empática con otras causas. De ahí el que esto me duela profundamente.
SHANGAY ⇒ La primera exposición planteada por Capital Animal es Otras Tauromaquias, donde se deja muy claro que el mundo de los toros se ha apropiado de las tauromaquias de Goya para defenderse como ‘arte’, siendo en realidad una visión muy atroz del mundo de los toros…
RAFAEL DOCTOR ⇒ Sobre esta historia se habla poco… Goya realizó esas estampas siguiendo una tradición que ya existía. Se producían series de estampas sobre los toros en su época. Cuando la puso a la venta, no vendió nada. Fue un fracaso comercial absoluto. Porque la visión de las estampas era muy idealizada, y las de Goya eran todo lo contrario: excesivamente crudas. No tenían nada de plácidas ni de decorativas. El público de la época las asumió con horror: una salvajada, algo que no se podía colgar en un salón, muy desagradable. Es una serie que hizo en paralelo a Los desastres de la guerra. De hecho, en ellas se observa el mismo espanto. La exposición comienza con las últimas cuatro láminas que hizo en Burdeos, que son las más próximas a los desastres… Retrata a un pueblo embrutecido totalmente, que es el auténtico protagonista de las láminas: salvajes que disfrutan del sufrimiento ajeno.
SHANGAY ⇒ La liturgia del torero en España tiene no pocas connotaciones homosexuales y kitsch: ha sido utilizada por Almodóvar y otros en ese sentido. Es curioso, porque sigue siendo una estructura patriarcal, homófoba…
RAFAEL DOCTOR ⇒ Es la peor. Y la más falsa. El otro día, estudiando, di con unos datos. Desde que se sigue un registro de toreros muertos, en toda la historia, han caído en el ruedo unos 60. Desde el año 1986 hasta hoy, no ha muerto ninguno en España. Sin embargo, se ha torturado y asesinado a más de un millón de toros, entre animales maduros y becerros. Eso de la lucha justa entre hombre y bestia es una farsa, y los toreros son unos farsantes. El toro no quiere pelear, se le obliga a ello. Y se le ponen una serie de condiciones para que no pueda vencer. El mismo traje de luces, que es propio de una travesti de cabaret, alude a ese espectáculo de falsedad. Incluso el paquete del torero es irreal: una almohadilla. Todo es una parafernalia nefasta, y puedo entender que el colorido y el carácter folclórico haga que gente se recree en ella, pero desde cualquier otro punto de vista es indefendible.
SHANGAY ⇒ ¿Estaría dispuesto el animalismo a aceptar las corridas sin la muerte del toro, como proponen algunos?
RAFAEL DOCTOR ⇒ El animalismo propone el fin de cualquier uso de los animales. Tan solo como un pacto de transición para que al final descartemos o acabemos con esa tradición, lo podríamos comprender. Pero el objetivo es acabar con cualquier abuso. Los argumentos de que el toro de lidia español podría desaparecer es una falacia. Mira lo que ha pasado con los bisontes en Polonia. Un animal condenado a desaparecer para el que se creó una reserva. Que, qué curioso, sale mucho más barata al Estado polaco que los 629 millones de euros que dedica el estado español todos los años para apoyar a los ganaderos. Cuando este dinero se podría invertir en dehesas de conservación de una animal que sí, es autóctono y nos representa por tradición. De la misma forma que se protege al lince, a los buitres o al águila imperial.
SHANGAY ⇒ Capital Animal va a continuar durante mayo y junio. El epicentro estará en La Casa Encendida, donde se harán varias actividades, talleres y también otra exposición, comisariada por ti: Animalista. Representación, Violencias y Respuestas. ¿Cómo la has planteado?
RAFAEL DOCTOR ⇒ Está dividida en los tres capítulos a los que alude el título. El primero, Representación, muestra esa cara amable y bella que es la representación que de los animales hace el arte. En segundo lugar, Violencias, es todo lo contrario. De hecho, incorpora la mayor parte del trabajo de artistas y activistas muy comprometidos. Está dedicada al horror que generalmente la representación convencional no quiere mostrar. Aquí se exhibe la opresión animal motivada por la apropiación de esa otra especie, nosotros, que se cree superior. Aquí se muestra el horror y la muerte, que para nosotros es el gran problema hoy de la humanidad: lo podemos comparar con cualquier otro exterminio practicado por la humanidad con la salvedad de que este es constante y ocurre ahora. Mostramos lo que diariamente ocurre en explotaciones de animales, granjas y mataderos. Recordemos que existe una tradición de pensadores, desde Pitágoras a Tolstoi, que ya denunciaban todo esto, y que se puede resumir en una frase atribuida a Paul McCartney: “Si los mataderos tuvieran paredes de cristal, todos seríamos vegetarianos”. Incluso los primeros cristianos, antes de que el diablo se apropiara de la Iglesia (como sigue ahora mismo), que eran comunistas y no sentían posesión por las cosas, predicaban el respeto a los animales. Eran veganos. Habían asimilado bien las primeras enseñanzas de Jesús. Aquí mostramos, por ejemplo, como en toda la tradición de abuso a los animales en nuestras fiestas está una virgen o un santo. Se hacen para conmemorar fiestas católicas. Absolutamente todas. De hecho, estrenaremos durante Capital Animal una película documental, Santa Fiesta, que habla de esto. La última parte, Respuestas, habla precisamente de las soluciones que estamos tratando de dar a todos estos problemas, digamos que es la parte de esperanza, la que nos dice que realmente hay otro futuro posible.
SHANGAY ⇒ Aparte de esto, Capital Animal organiza conciertos con Single o El Niño de Elche como cabezas de cartel; edita un libro de poesía, realiza un ciclo de cine animalista y hasta se trae a un premio Nobel, J.M. Coetzee, para dar una conferencia en el Museo Reina Sofía. ¿La idea es que el proyecto se repita todos los años?
RAFAEL DOCTOR ⇒ La idea es que cualquier ciudad que quiera, cualquier pueblo, pueda realizar su propia Capital Animal. Estamos abiertos a ayudar a cualquier población que asuma lo importante que es la defensa de los animales. Esta lucha es global, no es solo nuestra. Somos una marca left (sin copyright) y todo es de todos: nuestra información es abierta. Si un barrio o hasta una escalera de vecinos se quiere sumar, bienvenido sea. Queremos que todas las personas hagan su propia Capital Animal, que se conciencien.
SHANGAY ⇒ Luchar contra el carnismo parece difícil. ¿Con qué os daríais por satisfechos en un primer momento?
RAFAEL DOCTOR ⇒ ¿Sabes lo que pasa? Los veganos estamos trabajando en esto, pero nosotros tenemos la conciencia de haber descubierto una verdad. Esa verdad nos mueve para hacerlo todo, para organizarnos y luchar. Pero se va convirtiendo en una verdad muy poderosa, irrenunciable, así que es muy difícil que nos contentemos con algo. Seguiremos luchando por todo.
Capital Animal se celebrará en diferentes instituciones madrileñas hasta finales de junio. Podéis visitar ya Otras Tauromaquias en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Calcografía Nacional. C/Alcalá, 13 · Madrid. Más información sobre todas sus actividades en www.capitalanimal.es