La historia de Jesús Tomillero en el deporte ha tenido un final triste. El árbitro gaditano, que confesaba públicamente hace meses su homosexualidad, se ha visto obligado a dejar su puesto ante el constante acoso que seguía sufriendo. El joven, que esperaba que su acto de valentía abriese la mente de más de un forofo del futbol, vio rota su esperanza de forma definitiva el pasado sábado mientras arbitraba un partido. Tomillero pitó un penalti contra el equipo local, y la grada descargó su ira con risas e insultos contra el árbitro de 21 años. “¡Ese es el maricón que sale por la tele! ¡Te vas a meter el gol por el culo, maricón de mierda!” gritó un aficionado/energúmeno.
Tomillero ya era consciente en la entrevista que le hicimos semanas atrás de que confesar su homosexualidad podría suponer el fin de su carrera como arbitro, pero albergaba una mínima esperanza de que no tuviera que llegar a ese extremo. Finalmente, ante la falta absoluta de apoyo por parte de las instituciones, anunciaba su retirada como árbitro ante la Real Federación Andaluza de Futbol. ¿Tardará mucho en llegar la tolerancia y el respeto al mundo del deporte?