Simon y Sébastien no se podían imaginar que el simple hecho de ir a tomar una cerveza al barrio de Hochelaga-Maisonneuve, en Montreal, se convertiría en un calvario.
Nuestros protagonistas iban agarrados de la mano camino de un bar cuando, de repente, un grupo de individuos comenzó a increparles e insultarles cerca del local al que iban a acudir: “¡Eh, maricones, largaos, nos os queremos aquí!”.
Indignado, Simon les preguntó: “¿Por qué hacéis eso? ¿Por qué sois homófobos?”. La respuesta no se hizo esperar. Durante 30 minutos, dos de los individuos estuvieron golpeando a la pareja hasta que pudieron escapar de ellos. Pero después decidieron volver al bar: “Yo también quiero tomar una cerveza, ¡tengo derecho a estar en ese sitio!”. Después de tomar unas cervezas, volvieron a ser agredidos por uno de dichos energúmenos al salir del establecimiento.
La pareja puso una denuncia en comisaría, y también se dirigió a Gai Écoute, una asociación que presta servicio a personas y familias LGTB. La asociación no dudó ni un segundo en solidarizarse con la pareja y convocó un acto de protesta pública en apoyo a Simon y Sébastien y para denunciar la LGTBfobia que sufren todavía miembros del colectivo. Luchar contra esta discrimiación a base de besos. “La gente suele pensar que somos una sociedad progresista, la gente suele pensar que ya no hay más homofobia, pero ese no es el caso. Es importante hablar de ello, es importante reafirmar el derecho de toda persona a mostrar afecto en público sin tener miedo a ser el blanco de insultos o violencia homofóbica”, expresaba Maryse Bezaire, activista de la organización.
Gai Écoute alerta de que reciben una o dos llamadas diarias denunciando actos homofóbicos. “Este tipo de incidentes homofóbicos suceden con demasiada frecuencia sin ser denunciados, sin que se lleguen a debatir. Sébastien y Simon denunciaron ante la policía, que ha hecho un buen trabajo. Pero las cicatrices psicológicas permanecen. Incomprensión. Miedo a salir de casa. La sensación de no poder ser uno mismo en público”.
La protesta tuvo lugar el pasado 9 de mayo, con la presencia de Simon y Sébastien. Una forma de sensibilizar a la opinión pública y hacer ver a otras personas en su misma situación que no están solas.
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