Los momentazos de Yurena en Supervivientes 2016

Temas: Diva, Televisión

“Te puedo asegurar que nunca en mi vida he tenido tanto miedo, me está invadiendo el pánico”. Yurena se presentaba timorata en Supervivientes, con la intención de no defraudar a nadie. Y bien que está cumpliendo. Su paso por Honduras está dejando momentazos divertidísimos que nos hemos visto obligados a recopilar. Mientras pasa hambre, la diva ha tenido tiempo para el baile, el flirteo, un coqueteo con la muerte y una posición aerodinámica. Pasen y vean.

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· Motera por una prueba

Prueba de recompensa, pero es Yurena la que nos obsequiará con una postura impagable. Pese a que pone todo su empeño y desafía la resistencia del viento, ese coco no acaba de salir disparado. No se rendirá tan fácilmente.

· Music around the world

Ese Take on me que todos hemos bailado hasta el amanecer no podía faltar. La climatología y el estilismo no acompañaban, motivo por el cual la voz y la coreografía no están al cien por cien. Eso sí, que levante la mano quien haya visto algo más divertido en lo que llevamos de reality. Y de eso se trata.

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· Enterrada, pero no hundida

Las horas en Honduras se hacen eternas, así que toca tirar de improvisación. El tándem con Miriam está plagado de anécdotas, como este enterramiento concluido con la resurrección más zombi de nuestra protagonista.

· “No me puedo quejar de compañero”

“Me lo vengo oliendo desde hace unos minutos”. Cuando parecía que la aventura de Yurena tocaba a su fin, Víctor el garífuna iba a parecer en su vida para rescatarla. Y mucho ojo, porque la cantante parecía haber sentido la llamada de Cupido…

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· “¡Soy feliz, amo el mar!”

Al mal tiempo buena cara. Y buena voz. Porque si antes veíamos a Yurena carraspear con su temazo, aquí se saca la espina. Miriam la espolea y ella deja claros un par de aspectos a grito pelado. Sin desperdicio.

· Un pico y lo que surja

El juego de la botella nunca falla. Esta vez fue un cuchillo la herramienta que servía a Yurena para estrechar lazos culturales con Víctor… Atención, porque más allá del pico, la diva parece quedarse con ganas de más… Y nosotros también.