El roce hace el cariño, y es que seis años de Guerra Mundial, apelotonados en trincheras, compartiendo marchas y ganando la batalla al enemigo dan para conocerse y entablar buenas relaciones. Así lo refleja Michael Stokes en su obra My Buddy: World War II Laid Bare, editado por Taschen.
Stokes ha empleado varios años para hacer una recopilación de unas 500 fotografías donde podemos ver a soldados y marinos, de ambos bandos, disfrutando del tiempo libre: tiritando en la nieve, tomando el sol, posando para el fotógrafo, haciendo payasadas o juegos. Eso sí, todos ellos tienen algo en común: se muestran desnudos.
Pero… ¿por qué?
No se sabe con exactitud por qué se recogieron este tipo de testimonios fotográficos, o la intencionalidad de captar a soldados desnudos en plena juventud y esplendor físico, además de con un cierto toque homoerótico. Fuera como fuese, estas fotografías nos muestran una faceta nunca antes vista de la guerra.
No tienen desperdicio.