Como cada año, los cadetes de la Academia Naval de los Estados Unidos han seguido la tradición y han escalado el Monumento Herndon, un obelisco de granito de unos 11 metros de altura, tan solo con sus cuerpos y el trabajo en equipo. El objetivo es llegar a lo alto del monumento y colocar una gorra de la Marina en la punta, con el inconveniente de que el obelisco está cubierto de grasa, algo que hace casi imposible la escalada, de hecho este año tardó en conseguirse una hora, 12 minutos y 30 segundos.
El resultado es un auténtico espectáculo, ¿a quién no le gusta ver a un grupo de hombres sin camiseta y llenos de grasa restregándose entre sí? Esto sí que es una buena tradición.
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