Beyoncé ha sido la última premiada con el CFDA Fashion Icon, unos premios que podrían ser considerados como los Oscars de la moda. En una emotiva noche donde estuvo acompañada por su marido Jay-Z y la pequeña Blue Ivy, la artista aparecía vestida por Givenchy con sombrero al estilo Formation y un collar de diamantes para sumar un logro más a su meteórica carrera. En lo que va de año no ha habido semana en la que no hayamos tenido noticias de ella. Su último disco no se baja de lo más alto de las listas mundiales tras dos meses en la calle y sin apenas promoción más allá del boca a boca y la polémica generada por las letras que contiene. La calidad de Lemonade y el peso que tiene su nombre en la industria han hecho que el disco se venda solo: todo lo que toca Beyoncé lo convierte en oro. Tampoco nos olvidamos de su aparición estelar en la Superbowl, donde acabó eclipsando a Coldplay, o de su exitosa línea de ropa deportiva que se agotaba a las pocas horas de salir en las tiendas de Topshop. Entre tantos proyectos simultáneos, muchos dudan de que el reloj de Beyoncé tenga el mismo número de horas que el del resto de mortales. La artista ha llegado a un estatus que nadie podría haber imaginado cuando comenzó con las Destiny’s Child, y mucho menos viendo las irregulares carreras que han desarrollado el resto de sus compañeras tras el fin del grupo.
Tal y como acostumbra, la interprete de Drunk In Love no solo dio las gracias por este premio. También aprovechó la ocasión para lanzar un reivindicativo e inesperado discurso que emocionó a toda la audiencia.
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De manera inesperada, la artista aprovechó laocasión para recordar sus orígenes humildes. El discurso, basado en la gran importancia que siempre ha tenido su familia en su carrera, levantó de sus asientos a un público totalmente emocionado.
“Me siento muy orgullosa en este momento. Gracias por este increíble honor. Desde que recuerdo, la moda siempre ha estado presente en mi vida. Su efecto sobre mí casi comenzó cuando nací. La mayoría de ustedes no lo saben, pero mi abuela es costurera. Mis abuelos no tenían suficiente dinero. No podían pagar la matrícula de la escuela católica de mi madre, así que mi abuela cosía ropa para el cura y las monjas, así como los uniformes de los estudiantes, a cambio de que me impartieran educación. Este don se lo cedió a mi madre y la enseñó a coser. Cuando empezamos en las Destiny’s Child, las grandes firmas no querían vestir a cuatro chicas negras y con curvas. Mi madre fue rechazada por los showrooms de Nueva York, pero como hiciera mi abuela, utilizó su talento y creatividad para conceder a sus hijas sus sueños”.
“Mi madre y mi tío Johnny, que Dios le bendiga, elaboraron nuestros primeros trajes e hicieron cada pieza a mano, cosiendo cristales y perlas individuales, y poniendo toda su pasión y amor en cada detalle. Cada vez que me ponía esta ropa en el escenario, me sentía como Khaleesi. Era como tener un traje extra de armadura. Algo mucho más profundo que llevar cualquier firma reconocida, y mi madre, que es absolutamente fabulosa y está aquí esta noche, mi abuela y mi tío siempre iban conmigo, por lo que era imposible fallar. Mi madre es en realidad quien diseñó mi vestido de novia, mi traje de graduación, mi primer vestido para los premios CFDA, el primero también para los Grammys… y la lista podría continuar. Esto es para mí el verdadero poder y potencial de la moda. Es una herramienta para buscar tu identidad, tu vía de expresión, tu resistencia. Trasciende estilos y actúa como una cápsula del tiempo para todos nuestros grandes hitos. Así que gracias a ellos. Gracias por mostrarme que tener una presencia es algo mucho más poderoso que el físico. Gracias por enseñarme a no aceptar un no por respuesta. Gracias por inculcarme que debo arriesgar, trabajar duro y vivir siempre según mis principios”.
“Quiero dar las gracias también a todos los diseñadores que trabajan sin descanso para hacer que las personas sientan que pueden escribir su propia historia. Todos ustedes son hadas madrinas, magos y escultores, a veces incluso terapeutas. Les animo a que no olviden este poder ni que lo tomen a la ligera. Tenemos la oportunidad de construir una sociedad en la que cualquier chica pueda mirar una portada y verse reflejada a sí misma. El alma no tiene color ni forma. Al igual que todo su trabajo, que va más allá de lo que el ojo humano puede detectar en un primer vistazo. Tienen la posibilidad de cambiar la percepción, para inspirar y potenciar que la gente abrace sus defectos y que la verdadera belleza y fuerza está dentro de todos nosotros. Muchas gracias por el reconocimiento. Nunca olvidaré esta noche. Dios les bendiga”.