“A veces se iba a la esquina a beber y acababa tan borracho que comenzaba a ser agresivo”. Tal y como relata Ty Smith, un cliente habitual de Pulse, en el Orlando Sentinel, Omar Mateen tenía entre sus aficiones acudir al bar gay donde el pasado domingo asesinó a 49 personas. Varios testigos aseguran en el diario local que se le vio por allí al menos una docena de veces antes de la masacre.
Es más, algunas declaraciones le sitúan merodeando por la zona en las horas previas, donde hay más locales gays. Una hora antes del tiroteo, Kevin West, otro cliente habitual, aseguró haber visto a Mateen: “Pasó justo a mi lado. Yo le dije ‘hey’, y él se volvió y me dijo ‘hey’ y asentí con la cabeza. Lo reconocí por los ojos”. Y es que ambos, según el testigo, habían estado intercambiando mensajes a través de la app gay Jack’d, aunque jamás se habían visto en persona hasta aquel momento.
Mateen era usuario habitual de estas herramientas para conseguir citas con otros hombres y usó hasta tres distintas para contactar con ellos. “Era muy raro en sus mensajes, le bloquee inmediatamente”, explica Cord Cedeno, que reconoció la foto de Mateen en Grindr. Por su parte, el propietario de otro club gay contó que Mateen le había mandado una petición de amistad a través de Facebook que rechazó.
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