“Al regresar a Venezuela después de terminar mis estudios de cine en Londres, me encontré con la cruda realidad de un país que dejé en vías de desarrollo y que ahora se encontraba al borde del precipicio marcado por una descomposición social que se patentaba en todos los estratos sociales. Se me hizo imperiosa la necesidad de expresar mis puntos de vista sobre todo después de haber vivido durante cuatro años en Inglaterra, donde existían otras condiciones de respeto hacia el prójimo. En esos años la sociedad venezolana era extremadamente machista; los transexuales y homosexuales eran considerados animales raros, pre delincuentes a los que había que meter presos o hacer desaparecer. Ver todo esto hizo que nos decidiéramos realizar un documental donde los transexuales pudieran expresarse y contar sus vicisitudes, y nosotros protestar por ese maltrato hacia personas que solo por su condición sexual eran objeto de burlas y violencia”.
Esta historia bien merece ser contada, y conservada. Hace muchos años que en Venezuela esta historia se llevó a las pantallas a través del documental Trans. El negativo de 16mm y todo el material están terriblemente dañados por la humedad, tiempo y el calor. Por ello, Manuel Herreros, autor de la reseña de la parte superior, ha lanzado una campaña de crowdfunding para rescatar el documental y que no se pierda el original. Se necesita escanear el negativo, transferir el sonido, sincronizar y volver a pasar a positivo, un proceso costoso y laborioso para el cual piden ayuda.
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