Los peores presagios. La ultraderecha segregacionista gana el pulso en las Islas Británicas y Reino Unido saldrá de la Unión Europea. El Brexit ganó la batalla en las urnas al ‘remain’ por un ajustado porcentaje (51’9% frente al 48’1%) pero por más de un millón de votos de diferencia. Las reacciones no se han hecho esperar y David Cameron, primer ministro británico, ha presentado esta mañana su dimisión alegando que el país necesita “un liderazgo nuevo” y no será su capitán.
La participación se elevó hasta el 72% (la más alta en 25 años) en una turbulenta noche que fue minando el optimismo de la permanencia. Gibraltar, primera región sobre la que se conocía el total escrutado, rechazaba el Brexit casi por unanimidad, mientras que Gales e Inglaterra eran las zonas donde el ‘remain’ se resentía al votar un 53% y 52% a favor de la salida respectivamente. Las encuentas, que en todos los casos vaticinaban una amplia ventaja de la permanencia, han vuelto a dejar claro que las cábalas son simplemente eso. Por franjas de edad, el 75% de los jovenes menores de 24 años votaron a favor del ‘remain’, mientras que el 61% de los mayores de 65 años fueron partidarios de la ruptura.
Para que nos hagamos una idea de la magnitud de la noticia, la libra esterlina se ha desplomado a mínimos de 1985, y en España, el Ibex 35 ha surfido la peor apertura de mercados de su historia al perder el 12% de su valor. El precio del barril de petróleo se ha desplomado hasta poco más de 48$ y la prima de riesgo en nuestro país se ha disparado hasta los 180 puntos. El euro también se ha depreciado un 3%.
Mariano Rajoy se ha apresurado a pedir “tranquilidad, serenidad y calma” y ha solicitado poner en contacto a los grandes líderes del continente para evaluar de urgencia la situación. “La economía española sobrevivirá a las consecuencias del Brexit”, ha dicho.
Ahora, mientras los más de 200.000 españoles en el Reino Unido se preguntan qué pasará con sus derechos, el colectivo LGTB se plantea la misma cuestión en materia de libertades. Tal y como explicábamos ayer, expertos en temática gay, como la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Ulrike Lunacek, consideran que una salida de la UE no sería beneficiosa para la lucha social. Al final, en época de derribar muros, Europa se acaba de encontrar con una barrera de increíbles dimensiones. Comienza la incertidumbre.