¿Os imagináis cómo sería participar en unos Juegos Olímpicos acompañado/a de tu pareja sentimental? Pues esa es precisamente la situación de Kate y Helen Richardson-Walsh, jugadoras del equipo femenino de hockey sobre hierba de Gran Bretaña, que se han convertido en la primera pareja del mismo sexo en asistir a unos Juegos Olímpicos en toda la historia (al menos, de una manera abierta).
Han sido compañeras de campos durante los últimos 20 años, pareja sentimental desde hace ocho (empezaron en los Juegos de Pekín) y cónyuges desde el año 2013. “Éramos amigas, pero tampoco íntimas… De repente surgió, y se creó una fuerte conexión emocional entre nosotras. Compartimos muchos valores, aunque también discrepamos en otras cosas”.
Según cuentan, al principio, el que hubiera una pareja de lesbianas dentro del equipo de hockey fue algo llamativo para sus compañeras de juego, pero ahora es un asunto que pasa desapercibido. De hecho, todo el equipo fue invitado a su enlace matrimonial. Sus entrenadores destacan la gran conexión, casi telepática, que ambas jugadoras tiene en el terreno de juego.
En 2014, Helen, centrocampista, sufrió un accidente que casi pone en peligro su carrera profesional, pues tuvo que someterse a diversas operaciones quirúrgicas, y no pudo ir a la Copa del Mundo, pero ahí estaba su chica Kate para tomarle el relevo. En 2012, durante los juegos de Londres, se alzaron con la medalla de bronce. Y ahora en Río están dispuestas a ir a por todas, a por el ansiado oro.
Kate afirma sentirse orgullosa por la aceptación y empatía que ha tenido su deporte en referencia a su orientación sexual.
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