En Carolina del Norte, la ley HB2 aprobada en marzo, exige que todos los ciudadanos utilicen baños públicos del género con el que nacieron, discriminado a todas las personas tránsegenero que reasignen su sexo después. Y por supuesto, la discriminación les iba a traer consecuencias.
La más sonada llega procedente del mundo del deporte, pues la NBA, que había deseignado Charlotte para su All Star Game de 2017, ha retirado la sede por la ley anti LGTB con la que cuenta el estado. Esperando reasignarla de cara a 2019 una vez desaparezca esta aberráción de su legislación, la NBA emitía un comunicado donde lamentaba el cambio pero no le quedaba más remedio.
Personalidades como Ellen DeGeneres o Jason Collins, primer baloncestista gay de la historia de la NBA han aplaudido la decisión, apoyada en la diversidad e inclusividad de un mundo tan pasional como es el de la canasta en Estados Unidos. ¡Bravo!