10 consejos para ser un buen activo

Da importancia a los preliminares

Independientemente de que seas activo o pasivo, los juegos previos a una buena sesión de sexo son indispensables. Te darán las fuerzas necesarias para poder adentrarte, con mayor facilidad y placebo, en los sitios más recónditos de tu pareja.

Ten condones a mano

IMPORTANTE: El sexo seguro es el sexo que más se disfruta. Si vas a hacer ‘tras tras por detrás’ (o viceversa) no olvides en absoluto poner un profiláctico de por medio, así evitarás las múltiples ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual). Antes de usar la cabeza de abajo, utiliza la de arriba.

Entra gentilmente y pregunta cómo se siente

¡No vayas a lo loco! ¿Qué prisas hay? Tómatelo con calma, como dirían los italianos ‘piano piano’, poco a poco. Introducela un poquitín, como coloquialmente se suele decir, la puntita nada más. Pregúntale si se siente cómodo, si le gusta o no, y a partir de ahí vas viendo. Trabajo en equipo ante todo.

Cambia de posición y de ritmo

¡No seas comodón!. No te quedes en la clásica postura del perrito y échale imaginación al asunto. Cambia de postura: patas arribas, patas abajo, más rápido, más lento…empótrale contra la pared o móntale a caballito… para gustos los colores. Eso sí, siempre que sea consensuado entre ambos.

Dale un respiro de vez en cuando

A menos que tu chico sea un Allen King o un Martín Maza, lo normal es que llegue un momento en que no aguante más y se canse de tanto ‘mete y saca’. Detente las veces que sean necesarias, que tome un poco de aire, entrelaza ese ‘break’ con caricias, besos o arrumacos. Y cuando haya recuperado el aliento y las fuerzas…¡A la carga otra vez!

Di su nombre

El simple hecho de decir su nombre mientra lo haceís hará que el clíxma de excitación crezca considerablemnte. Además de ser un pequeño detalle con el que le demuestras cierto interés y cariño.

Estate atento a su lenguaje no verbal

No hay mayor placer que dar placer, por eso estate atento acerca de cómo disfruta tu chico, y con qué tipo de cosas, a la hora de adentrarte en él. Estudia su lenguaje no verbal. Una respiración un poco exaltada, que se muerda los labios o que ponga los ojos en órbita nos puede dar pistas sobre lo que más le gusta que le hagamos en la cama sin la necesidad de soltar palabra.

Si te encuentras una ‘sorpresita’ no montes un pollo

Sé comprensivo. Si sacas el pene para ver como va la cosa y encuentras una mancha de…bueno… ya tú sabes, como diría Pitbull, no te enfades ni montes un numerito. Todos somos humanos y segregamos ciertas sustancias tóxicas y desagradables. Si ya es algo embarazoso que suceda, no lo empeores tú échandoselo en cara. Tomátelo como una anécdota divertida la cual recordarle en el futuro para así echaros una risas juntos.

Házle saber cuando has acabado y ayúdale a acabar a él

No te cortes a la hora de expresar tu orgasmo. El sonido es algo que excita mucho, tanto a pasivos como a activos, y es una buena alarma para dejar constancia de si has acabado satisfactoriamente o no. Eso sí, que hayas acabado tú no significa que la diversión haya llegado a su fín. Hay muchos pasivos que les encanta finalizar con una explosión de placer. No seas roñoso, y échale una mano (nunca mejor dicho) para que sucumba a dicha explosión y poner así la guínda al pastel de vuestro acto sexual.

Dale mimos después del acto

Ante todo es una persona, no un trapo de usar y tirar. Un achuchón cariñoso o una buena conversación de cama después de haber terminado el acto es algo de agradecer, y dice mucho de la galantería de un buen activo.