Blanca Portillo: “Si Almodóvar me dice ven, lo dejo todo”

JERSEY Y PENDIENTES: EMPORIO ARMANI Si ya ha interpretado a Hamlet –dirigida por su gran amigo, recientemente fallecido, Tomaz Pandur–, a la Virgen María –dirigida por otro gran amigo, Agustí Villaronga– y hasta al Segismundo de La vida es sueño, ¿qué le puede quedar por hacer a Blanca Portillo como actriz? Pues mucho. “Estoy preparando […]

Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

5 agosto, 2016
Se lee en 13 minutos

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Blanca Portillo: “Si Almodóvar me dice ven, lo dejo todo”
JERSEY Y PENDIENTES: EMPORIO ARMANI

Si ya ha interpretado a Hamlet –dirigida por su gran amigo, recientemente fallecido, Tomaz Pandur–, a la Virgen María –dirigida por otro gran amigo, Agustí Villaronga– y hasta al Segismundo de La vida es sueño, ¿qué le puede quedar por hacer a Blanca Portillo como actriz? Pues mucho. “Estoy preparando cosas nuevas todo el rato”, afirma con una gran sonrisa.

La nueva temporada televisiva nos traerá una nueva serie protagonizada por ella, Sé quien eres, pero antes estrena en cines Secuestro, un thriller dirigido por Mar Targarona, que para ella ha supuesto un cambio de registro que ha agradecido. Como todos a los que se enfrenta. Una nueva muestra de la versatilidad de una artista que recientemente ha terminado la gira nacional de la función El testamento de María, uno de los grandes hitos de su carrera. “Queremos llevarla a Buenos Aires y a México”, avanza. No parece que se vaya a desprender tan fácilmente de un personaje tan inolvidable. Aunque hay más de los que hablar.

SHANGAY ⇒ ¿Qué ha supuesto para ti la experiencia de El testamento de María?
BLANCA PORTILLO ⇒ Ha sido muy especial. Por hacer un monólogo, que no había hecho nunca, y porque era una función que provocaba mucho dolor al representarla. Por una parte, cuando terminó sentí una especie de liberación, porque llorar todos los días hora y pico no es nada agradable ni recomendable para la salud ni para el alma. Por otro lado, me ha dado satisfacciones muy grandes y me ha hecho mucho bien, a nivel personal también. María es una mujer muy bonita de interpretar, que por fin ha podido hablar, y mucho, dos mil años después. Merece que la guarde en un lugar preferente en la galería de monstruos que voy acumulando [risas].

SHANGAY ⇒ ¿Siguen faltando más voces de mujer que se escuchen en este mundo?
BLANCA PORTILLO ⇒ Sin duda alguna. Hay que dar voz a quienes no la tienen, y entre las gente que todavía no tiene la voz que merece están las mujeres. No nos dejan hablar tanto como deberíamos [risas].

SHANGAY ⇒ ¿Cómo es posible?
BLANCA PORTILLO ⇒ Creo que responde a una especie de temor. Ciertos hombres se sienten amenazados, les da miedo perder lo que tienen, que han ganado porque sí. Me da la sensación de que se nos considera de alguna manera un peligro, porque podríamos cambiar muchas cosas. Son ellos los que tienen que hacer ese ejercicio ahora y cambiar, ¡pero van muy despacio!

SHANGAY ⇒ En Secuestro interpretas a una mujer muy distinta a la virgen María, una señora de moral dudosa…
BLANCA PORTILLO ⇒ También es una mujer con mucho que decir, es un prototipo que me interesa. Una madre soltera que toma sus decisiones y apenca con ellas. Hace cosas moralmente criticables, pero nadie está exento de cometer ciertas irregularidades. Y ella, que es abogada, se mueve en un mundo peligroso y duro, y cuando se mete en el juego que plantea la película, va a por todas. Pero también es una madre amorosísima, capaz de lo que sea por su hijo. Es una mujer diferente, no la típica con su maridito y su niñito en casita, y como ella las hay a montones.


“No nos dejan hablar a las mujeres tanto como deberíamos”


SHANGAY ⇒ ¿Con qué más te quedas de Secuestro?
BLANCA PORTILLO ⇒ Con Marc [Domenech], el niño que hace de mi hijo. Ha sido una de las experiencias más sorprendentes que he tenido trabajando. Llegó a decirme que era su tercera mamá, después de la suya y la mamá de Jesús [risas]. El niño es sordo, y me ha abierto la puerta a un mundo para mí desconocido. De hecho, hice una función especial de El testamento de María solo para sordos. Estoy deseando ir a verle a Barcelona. Es tremendamente especial y listo.

SHANGAY ⇒ En la película te ha dirigido una mujer, algo nada habitual en una película de género…
BLANCA PORTILLO ⇒ Un género que suelen hacer más los hombres, es cierto. Por eso creo que la película tiene una carga humana muy distinta a la que habría puesto un hombre. Ya me han dirigido unas cuantas mujeres en cine: Pilar Miró, Azucena [Rodríguez], Gracia [Querejeta]…, mola. Las mujeres aportamos una mirada distinta, no digo que ni mejor ni peor, pero diferente.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas que se pueda etiquetar a un director en función de si es mujer o gay?
BLANCA PORTILLO ⇒ No entiendo las etiquetas. En un momento dado, la mirada de una mujer la puede tener un hombre, o la de un gay un heterosexual. Creo en la forma de hacer de las personas, sin más, y ponerle una etiqueta me parece un error. ¿Para qué valen? Para nada. Hablando de mujeres directoras, Pilar Miró era durísima trabajando. ¡Durísima! Nadie podría decir de su manera de trabajar ‘es tan de mujer’, ¡era tremenda! Lo que nos diferencia siempre es lo interesante.

SHANGAY ⇒ ¿Eres muy dura como directora?
BLANCA PORTILLO ⇒ Dicen mis actores que soy muy exigente. Seguro que es verdad. Soy muy respetuosa con el trabajo del actor porque lo conozco, sé que es un material muy delicado. Pero como yo me pongo a mí misma el listón muy alto, por deformación no me conformo nunca con lo primero que me dan. Me pueden odiar a veces un poco, porque les pongo en situaciones límite, pero al final me lo agradecen. Las cosas, o se hacen bien o mejor no hacerlas. Y si no te suponen una dificultad, algo no va bien.

Blanca Portillo: “Si Almodóvar me dice ven, lo dejo todo”
CONJUNTO U DE ADOLFO DOMÍNGUEZ
ZAPATOS JIMMY CHOO

SHANGAY ⇒ ¿Tienes más seguridad como actriz que como directora [en teatro ha dirigido La avería o Don Juan Tenorio]?
BLANCA PORTILLO ⇒ Por el tiempo que llevo interpretando, es un lugar más cómodo para mí. Pero el miedo no lo he perdido, me sigo cagando cada vez que tengo que abordar un personaje. Dirigir me coloca en un lugar de mayor inquietud, porque lo he hecho menos, pero me apasiona. Desde chica me ha obsesionado hacer equipos, y cuando consigo crear uno, el resultado ya da igual, lo importante es lo bien que nos lo pasamos juntos.

SHANGAY ⇒ ¿Te enfrentas de un modo distinto a un proyecto de vocación claramente comercial como Secuestro que a otros?
BLANCA PORTILLO ⇒ En este caso me gustaba la idea de hacer género, es un ejercicio interesante. Y aunque es un thriller de suspense, tiene una carga emocional importante. Ha sido una experiencia maravillosa, aunque me hubiera gustado hacer más cosas: más carreras, más persecuciones… Aun así, pude conducir a velocidades a las que no suelo hacerlo, trabajar con efectos especiales, enfrentarme a una secuencia frente a un barranco gigantesco, con el vértigo que tengo… Cualquier trabajo que te pone en un lugar de riesgo, mola.

SHANGAY ⇒ ¿Te gusta enfrentarte a tus miedos?
BLANCA PORTILLO ⇒ Sí, es lo más divertido de la vida. Preguntarte “¿seré capaz de…?” e intentarlo. Que salga bien o no, ya es otra cosa. No correr riesgos es muy aburrido; si me quedara haciendo lo que me es cómodo todo el rato me repetiría muchísimo. Como no suelo aburrirme conmigo misma, procuro que tampoco me pase en el trabajo.

Blanca Portillo: “Si Almodóvar me dice ven, lo dejo todo”

SHANGAY ⇒ A una persona como tú que defiende la vida en soledad se la suele tildar de…
BLANCA PORTILLO ⇒ [Acaba la frase] …rara. Se nos lanza constantemente el mensaje de que el ser humano ha nacido para estar siempre acompañado. Evidentemente, somos seres sociales, y necesito el afecto de la gente, pero mi soledad es sagrada, y la disfruto como una puerca. Pasar una tarde de domingo sola en casa para mí es la bendición… Por eso no creo en las convivencias; necesitaría que la otra persona estuviese dispuesta a vivir en otra casa y que me dejara mi espacio.

SHANGAY ⇒ ¿En ese caso estarías dispuesta a estar en pareja?
BLANCA PORTILLO ⇒ Sí, y lo he estado. Mi trabajo me obliga muchas veces a tener que organizar yo mi tiempo, y cuando estás acompañada es más complicado, porque afectas al otro por fuerza. Yo no quiero obligar a nadie a llevar mi ritmo de vida, no tengo derecho tampoco.

SHANGAY ⇒ ¿Es también elección voluntaria la de llevar tu vida personal con tanta discreción?
BLANCA PORTILLO ⇒ Absolutamente. Mi vida solo tiene interés para mí, para la gente lo único que puede resultar interesante es lo que hago, no lo que soy. Eso me lo guardo para mi gente.

Blanca Portillo: “Si Almodóvar me dice ven, lo dejo todo”
JERSEY Y VESTIDO M MISSONI

SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas la presión a la que se os somete a los actores para que compartáis lo máximo posible de vuestra vida?
BLANCA PORTILLO ⇒ No me gusta. En Twitter o Facebook hablo de cosas personales, pero evitando siempre aquello que se pueda explotar [risas]. Casi siempre hablo de cosas relacionadas con mi trabajo. Me encanta que nadie, jamás, me pregunte por cuestiones personales; hay como un pacto de silencio maravilloso. Nadie me sigue, no tengo que contar con quién estoy saliendo, ni cuál fue el novio del año pasado… y si me separo, nadie se entera tampoco.

SHANGAY ⇒ ¿Has tenido algún fan obsesivo que te haya perseguido?
BLANCA PORTILLO ⇒ Sí. Y llegué a encontrarme escrito en mi portal “Sé que vives aquí, Blanca”, y me dio un poco de miedo. Pero, en general, tengo fans muy respetuosos. Tampoco soy una top model, no genero pasiones desgarradoras. Lo que más me gusta es que la gente me respeta como profesional, y por eso cuando opino procuro decir el mínimo de chorradas posibles. Bastante superficial es ya esta profesión en muchas cosas, añadirle más es un peligro.

SHANGAY ⇒ ¿A qué puedes aspirar después de los personajes tan grandes que has interpretado?
BLANCA PORTILLO ⇒ El mejor personaje es el próximo. Los papeles no los he buscado, me han llegado. Y no tengo la sensación de que se haya acabado un ciclo después de haber hecho ciertos personajes, porque la vida me ha dado tantos regalos, que seguro que los próximos van a ser tela. Me he hecho más exigente, eso sí, no vale cualquier cosa. Cuando pruebas el caviar, el sucedáneo no te convence.

Blanca Portillo: “Si Almodóvar me dice ven, lo dejo todo”

SHANGAY ⇒ Abriste una puerta importante cuando convenciste al público de que podías interpretar a hombres, como Hamlet o el inquisidor de Alatriste
BLANCA PORTILLO ⇒ En el teatro, sobre todo, se te abre un mundo, porque los papeles masculinos son más abundantes e importantes. He hecho grandes personajes femeninos, pero si además puedo hacer los masculinos, ni te cuento la felicidad. Llegar a hacerlo en cine también me gustó muchísimo, tuve la suerte de encontrarme con un valiente [Agustín Díaz Yanes] que arriesgó y dijo “ven”.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo han sido esas experiencias?
BLANCA PORTILLO ⇒ Maravillosas. Porque he interpretado a seres humanos muy interesantes. Con los años que tengo, ¿cómo no voy a saber cómo es un hombre? ¡Los tengo más que vistos, los conozco muy bien!

SHANGAY ⇒ ¿Con cuál te quedas de los que has hecho hasta ahora?
BLANCA PORTILLO ⇒ Con Segismundo, sin duda. Es el ser humano masculino más bonito que he conocido nunca. Otro gran amigo que guardo conmigo. Ese tiene altar y todo [risas]. Un personaje que te enseña a perdonar y a ser generosa es un gran ejemplo.

Blanca Portillo: “Si Almodóvar me dice ven, lo dejo todo”

SHANGAY ⇒ Tomaz Pandur te regaló, entre otros a Hamlet. ¿Cómo llevas su reciente pérdida?
BLANCA PORTILLO ⇒ [Respira hondo antes de responder] Me está costando mucho, porque además de una gran pérdida para la profesión, es como si se me hubiera muerto un hermano. Uno de los palos más grandes de mi vida, porque amaba a ese hombre con todo mi corazón, era una relación intensísima la nuestra. Siento más la pérdida de la persona que la del director. Ha dejado un legado inolvidable para todo el que ha estado cerca de él y para los espectadores, era un genio. Profesionalmente, las experiencias han sido inolvidables, siento un orgullo inmenso de haber trabajado tres veces con él. Debo hacer algo en su memoria, sin olvidarme nunca de su mirada. Y algo haré. Es la primera vez que hablo públicamente de esto, porque me duele muchísimo, no lo tengo nada superado.

SHANGAY ⇒ ¿Cuál es tu próximo proyecto teatral?
BLANCA PORTILLO ⇒ Un [Juan] Mayorga. Es una obra que llevo mucho tiempo persiguiendo, y que él siempre pensó que debía hacer yo. De hecho, uno de los personajes se llama Blanca… Nos conocemos desde hace muchísimos años, y le admiro enormemente también. Además, me va a dirigir él, empezamos a ensayar a finales de agosto.

SHANGAY ⇒ ¿Qué nos puedes avanzar de la serie Sé quién eres, que se estrena en septiembre y en la que das vida a una jueza?
BLANCA PORTILLO ⇒ Estoy muy orgullosa de ella, deseando que la gente la vea, porque creo que es una serie de televisión como pocas se han hecho. Ha sido uno de los trabajos más difíciles que he hecho, y Pau Freixas ha sido un descubrimiento, quiero trabajar más con él, todo el rato. Es otro genio. ¡Yo es que tengo una suerte! [risas] Cuando me lo ofrecieron no me lo podía creer. ¿En serio? ¿Yo?


“Mi soledad es sagrada, y la disfruto como una puerca”


SHANGAY ⇒ ¿Volveremos a verte trabajar con Almodóvar?
BLANCA PORTILLO ⇒ Si él me dice ven, lo dejo todo… [risas]. Lo quiero con toda mi alma. Es otro gusto pensar que he podido trabajar dos veces con él. Me quedo sobre todo con la persona, si no me quiere volver a llamar para una película no importa. Lo que quiero es que siga haciendo como hasta hoy: ir a verme cuando estreno algo en teatro, escribirme de vez en cuando un correo electrónico… Trabajar con ese tipo de creadores es un privilegio, a su lado se aprende siempre.

SHANGAY ⇒ Cada vez tienes más nombres ilustres que añadir a esa lista de creadores con los que has trabajado…
BLANCA PORTILLO ⇒ Son ya unos cuantos muy bonitos, sí. Otro es Agustí Villaronga, que si me vuelve a llamar, voy de cabeza. Cada vez que veo un mensaje de Agustí pienso “¡Ay, qué bonito, que me ha llamado!”… Como no tengo conciencia de paso del tiempo, veo la vida como un camino non stop; solo cuando miro atrás me doy cuenta de los seres maravillosos con los que he podido trabajar. Y casi todos han querido repetir. La única pena de no tener hijos es que no tendré nietos para contárselo [risas].

SHANGAY ⇒ Te gusta que te quieran…
BLANCA PORTILLO ⇒ Sí. Hasta los espectadores. En el fondo es lo que vas buscando, que te quieran. Esa necesidad de afecto está ahí, y la gente me da mucho cariño, es lo más bonito.


FOTOS Danniel Rojas
ESTILISMO Arturo Argüelles
MAQUILLAJE Y PELO Javier Sevillano

LA PELÍCULA SECUESTRO SE ESTRENA EL 19 DE AGOSTO EN CINES.

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