¿Qué tiene de bueno el verano? El sol, la playa, los helados, el Orgullo Gay y… la vuelta de Rafael Amargo. Ya es una tradición que el bailaor y coréografo escoja esta época para subirse a los escenarios. “El alquitrán calentito de Madrid tiene su punto”, bromea el artista, que acaba de ser jurado del concurso Mr. Gay Pride España durante el MADO Madrid Orgullo. “Hace dos veranos estuve en la Gran Vía, el año pasado en el Generalife y ahora vuelvo a La Latina, un barrio muy flamenco y un teatro que siempre destaca por sus éxitos de taquilla”, explica Rafael.
Él no le tiene miedo al calor ni al éxodo de sus habitantes en agosto. “Me gustan las cosas difíciles en la vida, soy muy valiente. Todo el mundo me dice que es una locura venirse a Madrid en verano, que lo mejor es estrenar con el inicio de la temporada. Pero en plena temporada también hay mucha oferta, y el verano es muy atractivo. Además, el flamenco es un palo que le encanta al turismo. Dicen que lo que funciona no lo cambies, y a mí me funciona el verano”.
Después de su frustrado paso por televisión, Rafael Amargo tenía ganas de reencontrarse con su público en el teatro. “Llevaba dos años haciendo en Italia Ballando con le stelle, el programa de la RAI para el prime time de los sábados, pero quería volver a la pantalla española y lo dejé por Top Dance. La pena es que lo quitaran, pero volveré a la televisión muy pronto. Tengo otra producción bajo el brazo que espero presentar en breve”, cuenta.
Antes, Rafael Amargo presenta un nuevo montaje en Madrid. Si hace dos años revisó Poeta en Nueva York, un particular homenaje al legado de Lorca que contaba con la participación de Marisa Paredes y Cayetana Guillén Cuervo, ahora es el momento de Tiempo muerto 2, la prolongación de uno de sus espectáculos más aplaudidos. “Cuando presenté Tiempo muerto funcionó muy bien. Fue la primera vez que hice un espectáculo más íntimo de música y danza y me dio muchas satisfacciones, lo cual me demostró que muchas veces la calidad no tiene nada que ver con la cantidad. Y como en las grandes sagas a lo Terminator o Torrente, he querido hacer Tiempo muerto 2. Así que el espectador se va a encontrar algunas cosas del primero, pero con una continuidad especial y con la danza urbana como novedad, porque es una disciplina que me encanta trabajar, con B-boys, rollers, skaters…”.
Con una puesta en escena minimalista, Tiempo muerto 2 es un espectáculo fundamentalmente flamenco, pero abierto al baile contemporáneo y la danza urbana. Cuenta con música de Juan Parrilla y letras del propio Amargo, los guitarristas Flavio Rodrígues y Camarón de Pitita, y los intérpretes habituales de la Compañía de Rafael Amargo, ampliada en esta ocasión con cuerdas, viento, bajo, sintetizador y piano, y con la colaboración especial de María La Coneja, que interpreta su solo de palillos (castañuelas).
Junto a ella, las dos siguientes generaciones de los Maya: su hija, la cantaora Maite Maya, y su nieto, Antonio Maya, al cajón, además de Rocío Rivera, cantaora de flamenco transexual, y bailarines de danzas urbanas para dar el contrapunto al flamenco. La iluminación corre a cargo de Nicolás Fischtel, que ha colaborado con la Compañía Nacional de Danza, el Royal Ballet o el San Francisco Ballet, y fue el encargado de diseñar la iluminación de Poeta en Nueva York. “También hay temas escritos por mi abuelo Florentino, que es escritor, y un equipo técnico maravilloso. En el vestuario tenemos piezas de Amaya Arzuaga y de la granadina Beatriz Peñalver, uno de los mejores talentos de la Mercedes Benz-Fashion Week. Así cuento con dos generaciones estupendas del mundo de la costura”, dice. “Al final seremos unos treinta artistas en escena. Me da igual que parezcan fechas complicadas, yo tiro la casa por la ventana”.
Tras Tiempo muerto 2, que puede verse en el Teatro La Latina hasta el 21 de agosto, Rafael Amargo planea estrenar en abril Sinceramente, espectáculo con gran peso audiovisual en el que volverá a trabajar con Juan Estelrich.