Cerca de mil personas se manifestaron ayer a las 19 horas en el centro de Estambul por el asesinato de Hande Kader, la prostituta transexual que se convirtió en un icono activista trans a raíz de sus enfrentamientos con las autoridades turcas durante la marcha del Orgullo Gay de 2015.
El cuerpo mutilado y quemado de Kader, de tan solo 22 años, apareció el pasado 12 de agosto en el barrio de Zekeriyakoy en la capital turca y, aunque su pareja y amigos afirmaron verla por última vez subiendo al coche de un cliente, más de una semana después aún no se tienen datos acerca de los asesinos.
Hade Kader enfrentándose a la policía turca en junio de 2015
Varios colectivos LGTB, acompañados de ciudadanos, se reunieron ayer para exigir justicia contra este tipo de asesinatos (dos semanas antes de la muerte de Kader violaron y asesinaron violentamente a Muhammad Wistam Sankari, un joven homosexual sirio), protección y libertad de los derechos de los transexuales.
Medidas más que necesarias para un país que posee la tasa más alta de asesinatos de transexuales de Europa, según un informe de Trascender Europe. De hecho, la propia Hande ya había sufrido agresiones anteriormente, tal y como cuenta su compañero de piso, Davut Dengiler a la BBC: “en otra ocasión la apuñalaron y golpearon”; una realidad de la que raramente se hacen eco los medios turcos.
El caso de Hande Kader ha llegado al Parlamento turco gracias a la diputada del partido socialdemócrata CHP Selin Dogan , que quiere dar visibilidad y denunciar la situación que vive el colectivo LGTB, al que no amparan las leyes, a pesar de que la homosexualidad no es delito en Turquía.