1. Fue un ejemplo de diversidad
Desde siempre, la orientación sexual de Juan Gabriel fue uno de los aspectos más comentados de su vida personal. En 2002, durante una entrevista que concedió al periodista de la CNN Fernando del Rincón, se abordó la cuestión sin paños calientes.
“Dice un historiador mexicano, comentando sobre su sexualidad, que ‘rompió las barreras sexuales en el escenario porque explora el lado femenino’. ¿Qué opinión le merece este comentario?”, preguntaba Del Rincón. “Yo siempre he dicho que el arte es femenino. Mire, si usted es guapo, está joven y está divino, pues siempre van a decir eso, que usted es gay… Eso (ríe)”, le explicaba JuanGa.
Ante la evasiva, el periodista volvía a insistir sin tantos rodeos: “Dice que es gay. ¿Juan Gabriel es gay?”. El divo no dudaba en responder, aunque con bastante ambigüedad: “Dicen que lo que se ve no se pregunta, mijo”.
Unos minutos después, durante la misma entrevista, Juan Gabriel zanjaba el tema con la siguiente declaración: “Pero hay algo que, como ser humano, quiero decir: que la vida es una y hay que vivirla. Y que si hay que pasar a mejor vida, tiene que ser en esta. Que se preocupen mucho por sus vidas y dejen vivir a los demás”. Quien quiera entender, que entienda…
2. Estuvo rodeado de las divas más importantes
Cantó y compuso para grandes damas de la canción como Ángela Carrasco, Rocío Durcal, Isabel Pantoja, Paloma San Basilio, Rocío Jurado o Massiel. Juan Gabriel se codeó con mujeres de raza que supieron transmitir con sus voces la extrema sensibilidad que el artista mexicano ponía en sus boleros y rancheras.
Así fue, Fue un placer conocerte, La diferencia, Amor callado o Noa-Noa fueron algunos de los éxitos de Juan Gabriel que interpretaron otras cantantes. Además, el cantautor compuso el disco con el que volverá a los escenarios la tonadillera Isabel Pantoja tras cumplir condena en la cárcel. Es el último regalo que hizo JuanGa a su gran amiga.
3. Era el ‘Liberace latino’
Su estética kitsch, la fastuosa puesta en escena, sus excesos, la intensidad, el histrionismo, la extravagancia y la pose amanerada recordaban a las del genial showman y pianista gay Liberace, que en 2013 encarnó Michael Douglas en el biopic Behind The Candelabra dirigido por Steven Soderbergh. Con bastante probabilidad, sus visitas al cirujano estético también fueron un punto en común entre ambos.
El Divo de Juárez era un animal escénico que se atrevía con todo y que apostó, desde bien joven, por el ‘más es más’ en sus espectáculos. Liberace envolvía sus gorgoritos con un recital de brillos, flecos, chorreras, borlones y desacomplejadas coreografías que hacían las delicias de los espectadores, y él no iba a ser menos.
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