La policía egipcia ha estado utilizando aplicaciones de citas gays como Grindr para identificar, localizar y arrestar a los usuarios homosexuales.
A pesar de que la homosexualidad no figura como delito en su Código Penal, la Justicia se sirve de acusaciones de “perversión”, “comisión de actos indecentes en público” o “incitar a la corrupción” para condenar al colectivo LGTB.
El periódico Jerusalem Post ha sido el encargado de dar a conocer esta metodología que sigue la policía para atrapar a los usuarios de estas apps y llevarlos a juicio, con condenas que pueden alcanzar los 12 años de cárcel.
El medio CairoScene ha conseguido hablar con una fuente cercana al colectivo LGTB acerca de estas detenciones que ha manifestado: “Me desconcierta la facilidad con la que las personas están dispuestas a compartir cierta información personal en un país como Egipto, es algo estúpido. Recomiendo a cualquiera llevar mucho cuidado al usar este tipo de aplicaciones de citas”.