La historia de Gonzalo Valverde, residente en la ciudad de Córdoba, Argentina, es desafortunadamente una historia que se repite una y otra vez en distintas partes del mundo cuyos protagonistas son personas vinculadas al colectivo LGTB.
El pasado domingo, Gonza compartía en su perfil de Facebook una imagen de las terribles heridas sufridas después de que un individuo le propinara una paliza por el simple hecho de ser homosexual. “Esta madrugada fui víctima de un ataque claramente homofóbico en pleno centro de Córdoba. No voy a ahondar en detalles sobre los hechos pero sí marcar que el dolor va dando lugar a la bronca y las ganas de seguir luchando por una sociedad sin homolesbotransfobia… Cuando esté mejor y menos dolorido escribo algo…”, explicaba nuestro protagonista en el post, indignando a cientos de usuarios de la red social que le mostraron su inmediato apoyo.
Días más tarde, el joven explicaba al medio digital Izquierdadiario.es los hechos acontecidos en la madrugada en la que fue agredido. “Era sábado por la madrugada y camino a mi casa sufrí un abuso y ataque homofóbico. Llegué a mi casa y mi compañero me acompañó al hospital. Allí el médico dijo una frase similar a ‘los mimos déjenlos para su casa’, la homofobia siguió incluso en la institución que debía brindarme el cuidado a la salud”, esclarecía en el medio. “Digo y sostengo que fue un acto homofóbico porque al dar a conocer mi orientación sexual, su respuesta fue el golpe y la agresión… Tranquilamente le podría pasar a otro joven gay”.
Valverde quiso también hacer una reflexión acerca de la situación del colectivo LGTB en la provincia argentina de Córdoba, y destaca que a pesar de que existen leyes en favor del colectivo LGTB, tales como la Ley de Identidad de Género o la Ley de Matrimonio Igualitario, todavía no hay una profundización y conciencia de ellas en la sociedad cordobesa. “Si no fuese así no podría contar que estos golpes que hoy fueron a mi rostro, hace un año terminaron en el asesinato de Laura Moyano y en el año 2010 con la vida de Pepa Gaitán, ambos con carácter de asesinatos lesbotransfóbicos, y acompañan en Córdoba a una dolorosa y larga lista de quienes vivieron un hecho de violencia o abuso”, explicaba el joven.
La estigmatización y persecución que muchas mujeres transexuales sufren por parte de la policía, el machismo imperante de algunas instituciones públicas o la multitud de casos de agresión LGTBfóbicos que impregnan la región no solo tienen que ver con un determinado agresor/a, como cuenta Valverde, sino con toda la sociedad, que aún se rige por un determinado patrón sexual que difiere de otras opciones sexuales igual de válidas.
“La batalla exigiendo justicia ante un caso particular, ante un ataque concreto, se vuelve una exigencia de justicia contra la discriminación al conjunto de las y los disidentes sexuales”.