“Hombre, mujer, matrimonio debe ser” o “ningún niño ha nacido de una relación gay”. Estas fueron algunas de las lindezas que se pudieron escuchar en la multitudinaria manifestación homófoba que ha recorrido México este fin de semana. Convocada por la organización católica Frente Nacional por la Familia, reunió a personas de todas las edades, vestidas de blanco, que desfilaron portando pancartas con lemas como los que se pueden ver en las imágenes.
Según cuenta la organización en su página de Facebook, unos 304.600 manifestantes asistieron a las marchas, convocadas en 16 ciudades de ocho estados del norte, centro y sur del país. No obstante, los medios locales estiman unas cifras muy inferiores. Las protestas no tienen otro objetivo que revocar la modificación del artículo 4 de la Constitución, que “trata de reconocer como un derecho humano, que las personas puedan contraer matrimonio sin discriminación alguna”.
Pese a que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) no era la organizadora, la máxima autoridad de esta sí que expresó públicamente su respaldo a las protestas. México no vivía una división tal desde los años 30, cuando el país sufrió una guerra civil por la prohibición de cultos religiosos públicos.